Parece mentira que haya sido hace más de cinco años que hice la reseña original del Dos77 de Chogüí, una de las primeras marcas super boutique que pude probar y una que pude recomendar a muchos amigos y conocidos. En ese momento le puse 92 puntos, marcándolo como parte de mi Top 10 durante varios años y comprobando cada vez que lo probaba que merecía estar entre mis mejores experiencias. La marca es de un señor dominicano llamado Victor Nicolás, quien contrató a Leo Reyes para hacer la liga en la fábrica de Chico Rivas, conocida como Top Secret Nest. En 2018 Victor Nicolás decidió alejarse del negocio del tabaco y no fue sino hasta febrero de 2021 que anunció que regresaría con una nueva versión del Dos77 y una distribución en USA a cargo de Venture 1492, una empresa de Kyle Gellis, de Warped Cigars.

La razón principal por la que la liga del Dos77 es nueva es que no pudieron encontrar con cantidades suficientes de la capa del original, pero sigue siendo un puro dominicano, esta vez con capa Corojo. Por el momento solamente está disponible en el llamado rogusto, con medidas de 5,5 x 50. Dicen que eventualmente habrá más vitolas, pero de momento el solo ver el cigarro nuevo me llena de emoción. El cigarro fue obsequio de un amigo quien estuvo unos meses en República Dominicana por trabajo y en lo que vi que Cigar Market tenía los cigarros le rogué que fuese a buscar unos. Esta nueva capa se ve con muchos más detalles que la anterior, que era casi perfecta. No obstante, se siente bien torcido y con aromas a cuero y jarabe de maple, mientras que en el pie se siente chocolate, avena y pimienta. En la calada en frío los aromas no son tan francos, aunque hay una sensación ligera de vainilla, pimienta y dulce de frutos rojos.

La época de lluvias en Caracas ha sido intensa este año y me da miedo que la humedad en el aire afecte los cigarros, cosa que me ha pasado antes. Afortunadamente el Dos77 Corojo no parece muy afectado y el tiro, aunque ligeramente apretado, está bastante bien y permite apreciar desde las primeras caladas sabores de aserrín, nueces, madera mojada y toques de tierra. También hay una sensación picante mucho más intensa de lo que esperaría en un cigarro dominicano, pero al cabo de la mitad del primer tercio parece desaparecer, al tiempo que los sabores de tierra se hacen más dominantes. Durante el resto de la fumada, al menos en esta sección, se aprecian también notas minerales y un dulce afrutado, mientras que la densidad del humo hace que los sabores se sientan casi masticables. El retrogusto es complejo y variado, con notas de nueces, salsa inglesa y whiskey americano. El cigarro quema muy bien y la ceniza se siente bastante sólida, incluso con movimientos constantes y un anillo de combustión que no es del todo recto pero no preocupa. Intensidad de los sabores es alta y la fortaleza del cigarro media-alta.

Esa intensidad de los sabores en el primer tercio lamentablemente se tradujo en una sensación de que el cigarro carecía de equilibrio, pero esto afortunadamente se resuelve en el segundo tercio. Los sabores de tierra siguen siendo dominantes, pero son acompañados por nueces en ese liderato y entre los secundarios se encuentran los de crema, especias, sal y pimienta en el centro de la lengua. Esa cualidad masticable de los sabores sigue presente, gracias al humo y al hecho que es un cigarro muy bien construido. Aparecen sabores de mantequilla de maní cuando supero la mitad del cigarro, que es más o menos cuando decidí tratar de quitarle la anilla y cuando la impresionante decidió que no se iba a sostener más sobre el cigarro. En el ecuador también aparece un sabor cítrico a cáscara de limón amarillo y una sensación tostada. El retrogusto es de pimienta aromática, tierra, cuero y crema, mientras que la intensidad de los sabores ahora es media-alta y la fortaleza sigue siendo media-alta.

Me sorprende que al momento que cayó la gran columna de ceniza, el Dos77 Corojo comenzó a producir una nueva columna de ceniza, lo que me hace pensar que si la anilla hubiese sido menos problemática, quizá la habría podido mantener. En realidad la anilla salió fácil, pero había un tema de movimiento y posición que no favorecía un mantenimiento fácil. Los sabores de tierra se colocan en un punto más secundario del sabor de nueces en el último tercio, mientras que hay una sensación de galletas de soda saladas en el paladar, o lo que se conocía como Saltinas. La pimienta parece haber desaparecido del retrogusto, sustituida por algo que me recuerda el pan tostado y eso ayuda también a suavizar la sensación más agresiva de otros sabores que existían hasta este tercio. En efecto, el último tercio es de intensidad media-alta en sabor, pero de fortaleza media, aunada a los sabores más cremosos como nueces y pan. La construcción se mantiene perfecta y en realidad marco una hora y 50 minutos de fumada, que en un robusto es más que respetable, incluso si es un robusto extra.
El origen del nombre de este cigarro viene de cuando la primera edición de la marca, que en ese momento se llamaba Primera Edición, estaba siendo transportada de Tamboril a Santo Domingo, la caja número 277 se perdió en el camino. En tributo a la caja que se perdió, el cigarro en el que Primera Edición se convertiría, se llamó Dos77. Uno de los aspectos que estoy seguro que permitió que el Dos77 original tuviera bastante éxito y que la marca fuese más reconocida fue su precio, situado en menos de $8 por unidad. Este nuevo Dos77 Corojo viene con un precio de $12 por unidad, lo cual es más de 50% por encima y creo que será ese su mayor enemigo. El otro aspecto es la fumada, que es contraria a lo que la mayoría de las fumadas deben ser; este cigarro comienza agresivo y fuerte, pero termina suave y sutil. El grueso de los cigarros que he fumado en mi vida son al revés, incluso los amados habanos que muchas marcas buscan imitar son así. Es un buen estilo y es el que a muchos nos gusta. El problema con el estilo de este Dos77 es que los sabores saturan la lengua, el paladar y la nariz en el primer tercio, y cuando se va suavizando, siento que me estoy perdiendo de otros sabores. No diría que es un problema de construcción y la columna de ceniza que logré pareciera confirmarlo, pero quizá es un tema de liga. No es algo que me moleste ni me impida fumarlo, ni mucho menos voy a descalificar el cigarro por ello, pero ciertamente no es uno que colocaría en mi Top 10 de por vida como sucedió con el original.
