En este blog todos aprendemos y yo aprendí un poco al investigar sobre este cigarro y su nombre. En lo personal me parece que Herbert Spencer suena como Fernando Fernandez o Gonzalo Gonzalez, pero resulta que es una persona conocida. Incluso, más conocida de lo que creerías. Se le ha llamado uno de los pensadores más influyentes del siglo 19, pero que simplemente no tenía el carisma de otros como Darwin o Marx. El término que usamos mucho hoy en día como «supervivencia del más apto» siempre hemos asumido (o yo siempre asumí) que venía de Darwin y su selección natural de las especies. Pero el término es de Herbert Spencer, interpretando los hallazgos de Darwin. Pero hablando del cigarro y de la marca, es un esfuerzo conjunto entre Neil Garcia y Gerard Abajian, lanzado en febrero de 2020 con seis líneas, todas con diseños raros en la capa. Aunque me confieso que esas capas me generan rechazo y lo máximo que puedo soportar es un barber pole, porque sus sabores tienden a variar mucho y no se define por ninguno.

Pero hablemos de lo que sí hay en este Herbert Spencer y es una mayoría de capa San Andrés mexicana, con pequeños retazos de Connecticut ecuatoriano, sobre capote y tripa dominicanos. Está disponible en 4 vitolas distintas de producción regular y una quinta limitada. No estoy seguro a qué corresponde el diseño de las líneas Connecticut en el cigarro, pero se ven muy singulares y distintas, como suele ser el caso. Cada vez veo más diseños sobre cigarros y todavía no sé si me gustan del todo, pues con excepción de los barber pole, el cigarro debe estar completamente cubierto de la capa más dominante y tiene pequeños trozos pegados de las capas menos abundantes, que son las que hacen el diseño. Los aromas de la capa son algo dulces y con nueces, mientras que en el pie se repiten estas nueces, aunque menos dulces y más aromáticas. Finalmente en la calada en frío se aprecian nuevamente nueces, pero también un toque herbáceo como de grama y tierra seca.

El tiro no es exactamente como me gusta y aunque puedo sobrevivir y no tener problemas con un tiro ligeramente apretado, el Herbert Spencer parece variar ese tiro regularmente, por lo que le doy algunos puntos de presión a todo lo largo y cuando me lo llevo a la boca le hago presión con los labios. Esta especie de masaje tuve que hacerla durante toda la fumada, pero valió la pena, porque desde las primeras caladas los sabores a tierra mojada son abundantes, aunque el humo no lo sea. También hay sabores de nueces y melaza, con menor intensidad, pero es en el retrogusto donde hay marcas más notables, destacando sabores a nueces, mango, cítrico y una sensación metálica que no es agradable y creo que es dada por la pequeña dosis de Connecticut, o al menos en mi experiencia hay cigarros con capa Connecticut que tienden hacia la nota metálica. La intensidad de los sabores es media-baja, con una fortaleza media y una quemada muy correcta, que espero se mantenga y con este tiro cualquier cosa es posible.

La verdad es que el primer tercio era una mezcla de sabores sin aparente liderato en las intensidades, o al menos eso parece por la intensidad general del cigarro y en comparación con el segundo tercio, en donde se hace realmente el sabor dominante, aunque también sucede porque el resto de los sabores, tanto remanentes del tercio anterior o nuevos de este, tienden a suavizarse bastante y desaparecer, sobre todo esas notas frutales tan llamativas. La nota metálica se mete en el paladar también, junto con notas florales, cítrico y madera, pero esos sabores y aromas de nueces, tan abundantes en frío y con presencia tan marcada en el primer tercio, desaparecieron por completo para cuando el segundo tercio llega. La intensidad se coloca en media, por alguno que otro sabor que se siente más presente y por tanto está algo por encima que en el tercio anterior, pero no por ello diría que el cigarro está más sabroso. La fortaleza sigue en media y de ahí ni parece querer moverse. El anillo de combustión es más o menos recto, o al menos en la foto sale bien, pero hasta el momento no ha requerido retoques.

Para el último tercio no hay mayores cambios, salvo el regreso de los sabores de nueces, principalmente en el retrogusto. Lamentablemente, los sabores de tierra y metal son los principales en el paladar y aunque un sabor de tierra puede ser agradable en un cigarro, la nota metálica no lo es y junto con la tierra hace que el cigarro se sienta predominantemente mineral. Hay notas sutiles de frutos rojos, pero no se mantienen mucho tiempo y luego de un rato me pregunto si realmente estaban ahí o si era un tema que quería que la experiencia mejorara. Curiosamente, cuando quité la anilla, su forma quedó marcada sobre la capa y aunque esto no aparece en ninguna imagen, sí quería mostrarlo en el último tercio, pero gracias a mi super memoria, pues no le hice foto de eso. El anillo de combustión también se deteriora en la recta final y el Herbert Spencer me demuestra por todos los medios que era al final del segundo tercio cuando debía dejarlo. Cuando marco una hora y 20 minutos, hago exactamente eso.
Hay pocos indicadores que justifiquen estos diseños locos en un cigarro y aunque trato de no dejarme llevar por mis prejuicios hacia estos diseños, la realidad es que hay muy pocos ejemplos que me hagan pensar distinto. El Herbert Spencer, con su nombre tan misterioso e influyente luego de un poco de investigación, ciertamente es un cigarro que me tenía intrigado y en mi humidor se notaba mucho. Pero hay quienes piensan que uno a veces le coge ideas a una marca y es imposible variar las puntuaciones, algo que me pasa regularmente con AJ Fernandez o Espinosa, que sus puntuaciones son algo consistentes. Este es el tercer cigarro de esta marca que pruebo. Al primero le di un 74, al segundo un 82 y este estará muy cercano a esos. En realidad no es un tema hacia la marca y al que le di un 82 realmente quería que me gustara más, pero en el caso del Herbert Spencer, es un buen cigarro la primera mitad de la fumada, pero cuando superé el ecuador y el cigarro se podía hacer más intenso y mejorar la densidad de sus sabores, hizo lo completamente opuesto y se puso más suave y sus sabores menos agradables, intensificando los que no debía. Va a ser difícil convencerme de darle una cuarta oportunidad a la marca, pero si llega por un pack mensual, lo haré.
