La Palina – Red Label

Si algo ha caracterizado este blog en los últimos años es la aparente tendencia hacia la marca La Palina. En gran parte es porque sus productos están muy presentes en una página que visito regularmente pero también porque eso se ha sumado a una apuesta de la marca a invertir más en nuevos productos y mejorar los existentes, tanto en anillas como en ligas. Es por ello que confieso que me ha sorprendido un poco como la lista de productos de La Palina va creciendo de manera regular y cuando creo que los he probado todos, rápidamente aparece uno nuevo. Fue precisamente por eso que me sorprendió cuando finalmente probé todos los nuevos que había adquirido en un sampler y de repente me contactó la gente de Vitola Cigar Shop para que probara algunos cigarros y me ofrecieron este. Yo decía que ya lo había probado, pero una rápida revisión me demostró que no.

Según la marca, este Red Label es un blend hecho buscando la intensidad de sabores y no la fortaleza del cigarro. Para hacerlo han combinado una capa Habano ecuatoriana con capote de Ecuador sobre tripa de República Dominicana y Nicaragua. El resultado es un cigarro que no se ve diferente al resto de los productos de la marca y su anilla y colores son muy parecidos a todo lo que vende La Palina, razón por la cual incluso con el cigarro en la mano, estaba seguro que lo había probado antes. Esta capa tiene aromas a especias varias, entre las que destaca la canela. En el pie aparecen notas vegetales, dátiles y madera. Finalmente, la calada en frío presenta aromas a pimientos, grama recién cortada, madera y especias asiáticas.

El tiro es perfecto y el Red Label fuma bien desde la primera calada, destacando sabores a caramelo, herbáceo, madera y frutos secos, sin mucha descripción pero una nota ligeramente dulce me hace identificar más el sabor de dátiles más adelante durante este primer tercio. Efectivamente, la intensidad es media y la fortaleza es baja, pero esa intensidad parece subir, mientras que la fortaleza no. Es más o menos para cuando hago la foto y estoy en ese limbo entre el primero y el segundo tercio, que el Red Label comienza a aportar sabores adicionales, que comienzan en el retrogusto pero se describen mejor en el siguiente párrafo.

La intensidad de los sabores del segundo tercio comienza con la aparición de pimienta, principalmente en el retrogusto, pero también hay pasas y madera en la nariz. Pero son esos sabores a pimientos los que parecen tomar la delantera, sobre todo en esta sección del cigarro, pero también muestra sabores adicionales en forma de chocolate en polvo, casi lo que describiría como cacao. Son muy generales aunque no tienen una intensidad destacada, pero al menos el Red Label va quemando muy bien, con buena intensidad ya entre media y alta, pero con una fortaleza entre baja y media. La ceniza no se sostiene tanto como en el primer tercio, pero al menos el humo es abundante y el tiro va muy bien.

En el último tercio los sabores no tienen mayor intensidad, pero sin duda destaca el de pimientos, seguido de especias, dulce (dátiles todavía), chocolate, caramelo y madera. La ceniza se vuelve a sostener un poco pero la intensidad de los sabores de pimienta se reduce, lo que hace que el cigarro se sienta más suave. Es a mediados de este último tercio y casi como preámbulo de la sección final que el Red Label fortalece un poco ese sabor a madera y lo hace casi dominante del tercio, pero estando en este punto, ya no es mucho lo que esperaba ni lo que podía otorgar el cigarro, pues la deformación del mismo y el calor de lo que iba quedando dificultaban disfrutarlo más, pero con excepción de ese detalle de fabricación, toda la fumada fue muy agradable.

No tenía muchas esperanzas sobre este cigarro, aunque en realidad casi todas mis experiencias con La Palina han sido muy positivas y no había mucho que me llevara a pensar que esta no lo sería. Sí es cierto que con un nombre como Red Label es fácil asumir que será una fumada fuerte o al menos intensa, pues el rojo es uno de esos colores que se identifica con la intensidad y la pasión. Pero cuando leí que no estaba hecho para ser un cigarro fuerte, mi expectativa se cambió a una incertidumbre, por lo que creo que con un nombre menos relacionado con intensidad, este cigarro podría ser más interesante. Además, esta línea de las etiquetas de colores de La Palina creo que ya está sobreutilizada, especialmente si el color no significa nada. Pero más allá de los colores y lo que asumí, se trata de una buena experiencia, especialmente para alguien que no fume regularmente.

Publicado por diego440

Publicista, redactor y hasta director de arte. Siempre escritor, por eso ahora generando contenidos en digital.

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