Esta es la primera vez que pruebo un cigarro de Rodrigo, aunque hace un tiempo tuve la oportunidad de publicar una entrevista que le hicieron en Reddit. Según tengo entendido, el Habano es el producto estrella de la marca, aunque en verdad no sé qué tanta trascendencia pueda tener si su página web ya no existe. El cigarro lo tengo en mi humidor desde diciembre de 2019 y por sus dimensiones decidí colocarlo donde tengo todos mis lanceros, que no es el humidor de próxima fumada sino en un lugar donde no lo manipule mucho. Ya cuenta con más de 9 meses de guarda.

Según George Rodriguez de Rodrigo Cigars, utilizan las mejores hojas para sus cigarros, lo cual es algo que básicamente dicen todos los fabricantes y es difícil de refutar. Sin embargo, este Habano tiene una serie de «pecas» por toda la capa que no acabo de entender, pero quizá se deba a que la hoja es un híbrido entre Habano y Sumatra. La construcción no parece tener problemas, afortunadamente, y tiene un moño de señora muy pequeño en la perilla. Los aromas de la capa incluyen notas de nueces, café y un toque de pimienta, mientras que en la calada en frío se aprecian aromas similares con la inclusión de un toque cítrico.

No hay mucha opción a la hora del corte, así que opto por la guillotina doble y lo enciendo con una sola turbina de baja intensidad, que le da pie a comenzar bastante suave, con humo abundante y comportándose como un lancero elegante debe. Los sabores no se hacen esperar e incluyen almendras, café y un toque suave de pimienta que duran un buen rato sin adulterar ni combinar con más nada. Incluso, durante el primer tercio no hay sabores adicionales, pero la intensidad del cigarro es suficiente para no buscar más, sino simplemente disfrutar su intensidad y los matices que ofrece.

Creo que una cosa que me gusta de los lanceros (además de su intensidad y variedad de sabores) es que mucha gente tiende a evaluar la calidad de un cigarro con respecto a qué tanta ceniza pueden aguantar sobre él. Como mi pulso es bastante malo, rara vez me dura una ceniza y no puedo hacer esa demostración en mis imágenes. Pero como los lanceros no pueden aguantar mucha ceniza por cepo tan delgado, no paso tiempo tratando de mantenerla. Para el segundo tercio el Rodrigo Habano mantiene los sabores de almendras, café y pimienta, pero esta vez le añade notas cítricas y florales, junto con un poco de madera en el retrogusto, para acompañar la pimienta. La intensidad del cigarro está fija en media, sin dar muchos indicios de que será mayor más adelante, aunque el hecho que ninguno de los sabores parece destacarse tampoco me lleva a pensar que habrá más intensidad despupes.

En el último tercio no hay mayores cambios, al menos no en la adición de sabores, aunque el de café sí parece hacerse más intenso. Almendras, café y pimienta siguen siendo los sabores principales y esta vez el resto de los sabores se mantiene en un segundo plano pero muy cercanos al protagonismo, y estos incluyen notas cítricas, florales y madera, esta vez más presente en el paladar que en el retorgusto. A cabo de una hora y 15 minutos, este Habano llega a su fin.
Las vitolas de Lancero siempre tienen mucho que ofrecer y son todo un reto de ligar bien y de construir sin problemas. Este Habano de Rodrigo Cigars es un clásico ejemplo de un lancero bien hecho, pues la fumada no es muy intensa, lo cual es algo que suele suceder con lanceros. Sin embargo, confieso que es lo que espero de un lancero y cuando este no lo es, me siento algo defraudado. Es precisamente ese el problema que le conseguí a este cigarro: no se comporta como un lancero, sino como un buen cigarro, con una cierta intensidad, pero sin la complejidad que sueles encontrar en un cigarro de cepo menor a 40. No obstante, como primera aproximación a la marca, estoy muy complacido y su precio me gustó bastante, así que quiero probar más de ellos; solo espero que sigan activos.
