En la extensa variedad de cigarros que existen en el mercado, son pocos los que se jactan de tener doble algo, quizá apostando más a la variedad que a la repetición. Sin embargo, entre los «dobles» que más me gustan, sin duda está el Doble Ligero, pero mi experiencia con cigarros que tienen más de una hoja madura en realidad no ha sido tan variada ni tan positiva. En mi reseña pasada del Nub decía que creía que los había probado todos, o que al menos los conocía, pero muy para mi sorpresa el Maduro era uno de los originales y no lo conocía, razón por la cual realmente no me sorprende que este tampoco lo conociera. Curiosamente, ambos fueron un intercambio con la misma persona, a quien simplemente no le gustan los Nub y me intercambió un robusto «normal» por estos dos cigarros. Más curioso aún es que el Double Maduro parece ser un favorito entre los fanáticos de las capas maduras, aunque consiste básicamente en la misma liga del Maduro de hace unos días de tripa y capote nicaragüense, bajo capa brasileña madura, pero el Double Maduro incluye, además un segundo capote de hoja madura, esta de Nicaragua.

Visualmente el Double Maduro se parece bastante al Maduro, pues tienen la misma capa, aunque en este Double Maduro parece más imperfecta, con mayores detalles y manchas, pero de resto casi el mismo cigarro. El cigarro se siente más rígido y no sé si sea este en particular o si es por la capa más imperfecta, pero se le notan como más venas y más estrías. En aromas las notas de paja del Maduro no se sienten, pero sí las de chocolate y quizá porque son las únicas, se sienten más intensas, pero en el pie se sienten notas de cuero y en la calada en frío se sienten estas dos con el añadido de café en polvo.

Los Nub siempre dan la impresión que la fumada va a ser corta y en mi experiencia rara vez lo son, pero desde las primeras caladas esa impresión me invade porque el tiro es bastante suelto y me veo en la obligación de dosificarme un poco y probar en caladas cortas la multitud de sabores típicos de los maduros que este cigarro ofrece, destacando una marcada intensidad del sabor de chocolate, pero también tiene una nota metálica y aunque ese metal tiende a ser un defecto, en este Double Maduro no lo parece, pues es una nota como de cobre y luego notas de vainilla a lo largo del tercio. Aproximadamente para la mitad de este primer tramo la nota metálica se hace mucho más suave y los sabores de chocolate con vainilla son los dominantes, participando también en el retrogusto. El humo es frío, abundante y denso, con un anillo de combustión muy bueno y una ceniza llamativa aunque bastante más oscura de lo que quisiera.

Para el segundo tercio el Double Maduro se ha desarrollado en un buen cigarro con sabores sutiles, muy al estilo de un maduro, pero con una fortaleza media. Los sabores principales son de café y chocolate, pero apenas si son de intensidad media y, gracias a la participación de sabores secundarios como la madera quemada, los sabores perduran más en boca. El retrogusto es en donde más sabores se encuentran, destacando notas de regaliz negra y cuero, que le dan una cierta textura al humo, o al menos se siente como si la tuviera y es quizá lo más destacado de este tercio. Pero sigue quemando bastante bien y tengo incluso una sensación aceitosa en la boca de ese humo.

Los sabores se hacen ligeramente más picantes en el último tercio, o quizá debería decir que son picantes y ya, pues ciertamente apenas si ha habido una nota de pimienta desde que encendí el cigarro. El humo aumenta en el último tercio también, aunque quizá se deba en parte a que la ceniza ya no es tan sólida y el cigarro comienza a responder más a un pie que está ardiendo en una superficie menos plana. Pero los sabores de café y chocolate no son tan abundantes, siendo el de madera quemada el que más presente se siente, acompañado de uno de nueces que no estaba ahí el tercio anterior. El retrogusto sigue incluyendo la regaliz, pero ya no está la sensación de cuero y el humo es menos denso. Finalmente, luego de una hora y 5 minutos, este Double Maduro llega a su fin, impresionando porque creo que es el Nub que menos me ha durado.
Los Nub en general presentan una vitola que ha terminado por ser determinante para muchas personas. Hay quienes los aman porque duran bastante, y hay quienes los odian porque duran bastante, pero luego están las personas como yo que no calculamos el tiempo que tenemos para fumar y solamente encendemos y a disfrutar. En casi todos los casos los Nub me han durado alrededor de hora y media, esto porque aunque es un cigarro corto, tiene un cepo bastante grande. Pero este es quizá uno de los que menos me ha durado, aunque en verdad tampoco quería que me durara mucho más. El Double Maduro tiene su público reducido y este es el que le gustan bastante los sabores que esta capa aporta; que suelen ser complejos pero no necesariamente fuertes. En mi caso, aunque aprecio un cigarro complejo, normalmente espero mayor fortaleza, especialmente de un cigarro nicaragüense. Con esto no quiero decir que sea un cigarro malo, porque no lo es, pero simplemente no es de los que me gustan. Por sus sabores creo que combinaría mejor con un café y, pese a su impresión, lo colocaría como un cigarro mañanero.
