Poco más de dos años después de mi última reseña del Opus X, creo que he llegado a uno que me llama algo la atención. La verdad es que mis dos instancias con este cigarro tan característico y posiblemente el más reconocido de Arturo Fuente, veo que no salió muy bien por dos razones fundamentales, de las cuales la más determinante era su precio. Sinceramente, un cigarro que ronda los $25 cuyo sabor no es el mejor no puede tener buenas puntuaciones. La segunda razón radica en las dos vitolas en que lo probé, pues la primera fue en lancero cuando apenas tenía unos meses fumando y la segunda fue en doble corona, que siempre ha sido una vitola que me gusta, pero el Opus X no fue el que más me gustó en ella. Esta vez lo pruebo en robusto, principalmente porque fue un obsequio de Tabarena Venezuela, único distribuidor autorizado en el país para la distribución y venta de productos de Arturo Fuente.

Por las casualidades injustas de la vida, justo el día que me disponía a hacer esta reseña me tocó hacer un poco de mecánica improvisada en el carro de mi suegro y fue al final de la tarde que regresé a casa con la firme intención de hace esta reseña. Les juro que me lavé las manos, pero obviamente no muy bien. Dado que la reseña se hace con el olfato y el gusto principalmente, decidí hacerla igual. Por otro lado, me pareció que siendo uno de los cigarros más característicos y de lujo del mercado, la reseña con las manos sucias tendría algo de ironía artística, aunque esta es la única imagen con ellas. Pero hablemos del cigarro, que se trata de un puro dominicano con capa habano, y esa capa se nota bastante imperfecta, cosa que no esperaba, pero no por ella tiene ausencia de aromas, destacando una abundante nota oleosa bajo la madera que lo recubre y aromas a establo y nueces garrapiñadas, mientras que en el pie se sienten notas de madera quemada y pasas. Lo pico con la doble hojilla y la calada en frío presenta notas de té y caramelo.

El Opus X comienza fuerte, como esperaría de un robusto y como, luego de dos intentos no tan agradables, esperaría que el Opus X me sorprendiera. Tiene una explosión de pimienta en las dos primeras caladas, que luego se calma un poco y es acompañada por cuero, caramelo y una sensación ácida que al principio me confunde un poco pero que incluye luego notas de madera que me hacen ignorar ese sabor misterioso que espero poder develar luego. El tiro es perfecto, agradable y me permite producir bastante humo en cada calada y el room note destaca notas herbáceas, que pueden ser parte de esa sensación ácida y que sea algo herbal. Hacia el final del primer tercio el sabor a cuero tiene una transición y se siente más cremoso que de cuero per se y esa sensación ácida casi desaparece por completo.

El segundo tercio me hace pensar que el primero fue mucho más complejo, pues es más lineal en esta sección. La sensación cremosa se siente bastante fuerte al igual que un sabor dulce que domina la fumada, que junto con notas de canela y cardamomo se fusiona deliciosamente. La quemada es impecable, la ceniza también y el humo es abundante y denso. Superada la mitad aparecen sabores de frutos secos como almendras y también frutos rojos que le dan una mejor identificación a esa sensación ácida que nunca desapareció por completo, sino que simplemente se redujo bastante. Sin embargo, estos sabores se ven todos beneficiados precisamente por esa sensación dulce, que es la que permite apreciar cada uno de los matices.

La construcción del Opus X es ciertamente perfecta y en ningún momento me ha tocado darle retoques y aunque me tomó apenas una hora fumar este robusto, en ninguna ocasión sentí que el Opus X careciera de la calidad que tan famoso lo ha hecho. El último tercio es la posible excepción, pues hay algunas notas de amoníaco y sensación de nicotina que reducen la emoción de esa experiencia, principalmente porque la sensación dulce se ha reducido un poco y es lo que enmudece en cierta cantidad los sabores que acompañan al cigarro. La sensación de pimienta también creció en este tercio, por lo que ciertamente este último segmento ha aumentado todo lo que el cigarro podía ofrecer.
Hace un tiempo el amigo de unos amigos me pidió si le podía conseguir una caja de Opus X y lo primero que le pregunté era si lo había probado antes. Me dijo que no, por lo que entendí que más allá de qué tanto te guste fumar, el Opus X también es un símbolo de status. En ese momento me costó mucho conseguirlos porque la producción de la marca es bastante limitada, pero habiendo probado el cigarro en robusto, creo que ha sido mi mejor experiencia. En esta vitola ha destacado sabores ricos, algo de complejidad y una calidad de tabaco acorde a su precio. En esta vitola es donde más lo he disfrutado y sin duda sería la que más recomendaría. El Opus X puede ser visto como una cigarro de ocasiones especiales, si eres de los que guarda cigarros para esos momentos.
