Lost and Found – Instant Classic 2018

Los cigarros de Lost and Found ya son conocidos en este blog y si lo has visitado antes, es muy posible que ya sepas de qué hablo. Si esta es tu primera vez por aquí, déjame darte la bienvenida y esperar que lo visites regularmente. Sin entrar en demasiado detalle, Lost and Found es una marca en la que participan tres personas: Robert Caldwell identifica, rescata o encuentra cigarros perdidos u olvidados en distintas fábricas de Latinoamérica. Jaclyn Sears diseña las anillas y Tony Belatto se encarga de la distribución. Por lo mismo, las producciones son muy limitadas y la marca hace un esfuerzo por no identificar la fábrica que los hizo a fin de darle el protagonismo al producto y lo limitado que es. Por ello es medianamente común ver los nombres de los cigarros seguidos de un año, que identifica cuando fueron producidos. Últimamente he probado varios y casi todos han sido producidos en República Dominicana, incluyendo este, que tiene una capa Habano Vuelta Abajo (dominicana) sobre capote de Indonesia y tripa dominicana. El Instant Classic regresó en 2022 con tres ligas distintas, que no son esta.

Muy poco llamativa la capa, con múltiples imperfecciones, nada lisa e incluso una que otra sección que amenaza con ser un punto de quiebre más adelante. No obstante, es un cigarro que se siente bien, con buen peso y bien empacado, a diferencia de otros de la marca. La capa tiene aromas de madera de cedro, paja y notas dulces, que podría atribuir a pasas, aunque no me atrevo a identificar con seguridad. En el pie se sienten notas de tierra, paja y establo. Una cosa de la que me he quejado en muchos de los Lost and Found es que son muy sencillos, como que ninguno de ellos tiene complejidad y aunque puedo hablar bastante bien del Malditos Bastardos, es un cigarro que destaca más por su fortaleza que la variedad de sabores. El Instant Classic mantiene esa tendencia de simpleza en la calada en frío, con notas de madera y aserrín y realmente distintas variedades de madera y no mucho más.

El día que hice esta cata era bastante lluvioso y aunque se puede notar un poco en las imágenes que las nubes estaban muy bajas, es difícil notar que estaba lloviendo con fuerza. Normalmente siempre voy a preferir tomar las fotos en exteriores, que es la razón por la que las imágenes de los tres tercios tienen poca diferencia entre sí. Dicho eso, los sabores tienen algo similar a aquellos en frío, incluyendo una abundancia de madera, pero también hay notas de cotufas (palomitas de maíz en el resto del mundo), cuero y tierra. El retrogusto es suave de pimienta y más fuerte de una especia tipo nuez moscada, aunque no del todo definida, pero el tema es que es más fuerte que la pimienta, pero no es constante. En construcción tiende a mantener la ceniza muy poco, pero quema con buena velocidad y uniformidad, aunque el humo no es abundante.

Ciertamente, el segundo tercio lleva esa tendencia de no ser tan complejo o de no mantener la complejidad que sentí en el primer tercio y que pensé que se mantendría. Los sabores son mucho más secos en el segundo tercio, con las mismas notas de madera pero ahora se siente como aserrín, notas de cacao en polvo, canela, nuez moscada y almendras, pero como si todo esto estuviese en polvo. El retrogusto es de pura pimienta, no muy fuerte, pero ya no tiene las notas de nuez moscada, pues esas parecen haberse ido al paladar. El humo sigue siendo relativamente escaso, pero no porque el cigarro se quiera apagar, sino porque simplemente no hay mucho humo en cada calada y el anillo de combustión se desvía de cuando en cuando, requiriendo retoques pequeños. La intensidad de los sabores la colocaría en media con una fortaleza media-baja.

En el último tercio, y podríamos argumentar que la imagen no es del último tercio, pero luego empezó a llover más y simplemente no salí, los sabores siguen secos lo cual combina muy mal con el ambiente húmedo pero sin duda me permite identificar mejor sabores como madera (que ya no es aserrín), chocolate en polvo, almendras y tierra, pero sorprende que los sabores de especias como canela y nuez moscada ya no se encuentran. La intensidad es media y la fortaleza es media, habiendo estado en este punto en el primer tercio también, aunque no lo haya indicado. Es decir que el cigarro redujo su fortaleza en el segundo tercio y creo que eso afectó la calidad de los sabores y fue lo que hizo que los sintiera más secos. El Instant Classic se apagó una vez, cuando le quité la anilla, pero por lo demás mantuvo un calor constante que le permitió quemar a buen ritmo y durar una hora y 25 minutos en total.

Teniendo en cuenta todos los Lost and Found que he fumado hasta el momento, el Instant Classic 2018 mantiene la misma tendencia de no ser un cigarro complejo ni algo que posiblemente recuerde dentro de un año como un cigarro que quiero repetir, pero sí lo recordaré como uno de los buenos de Lost and Found, sobre todo de esta abundancia que he fumado últimamente. También mantiene su «normalidad» de tener un anillo de combustión muy variable, pero al mismo tiempo me impresionó un poco en la ausencia de algunos sabores que me hubiesen parecido muy obvios en frío, que simplemente no sentí encendido, como el cuero. Pero al mismo tiempo, en frío no sentí chocolate y durante el segundo y último tercio este estuvo muy presente. Hasta el momento Lost and Found no me ha presentado un cigarro que quiera adquirir nuevamente, aunque el Chance me pareció lo más cercano a ello, especialmente porque lo fumé hace más de un año y aún lo recuerdo. Pero el Instant Classic 2018 es uno de los mejores hasta el momento.

Publicado por diego440

Publicista, redactor y hasta director de arte. Siempre escritor, por eso ahora generando contenidos en digital.

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