Podríamos decir que el mercado de ron en Venezuela está bien cimentado y hay una inmensa preferencia por el ron nacional vs. el importado, y con mucha razón. No solo por tema precio, sino por tema de calidad. Pero en los últimos años se ha visto también innovación. Nuevos rones, nuevas marcas, nuevos diseños y en general un cambio necesario en un mercado que poco se movió durante los primeros 15 años del nuevo siglo.
Por otro lado, hace unos años, cuando hacía mi diplomado de ron, el maestro ronero de Roble Viejo: Giorgio Melis, nos dio una clase muy interesante un día. Siendo una marca de lujo, mi pregunta hacia si habría futuras innovaciones en la marca iba enfocada en la creación de productos más premium, con añejamiento en otras barricas, más tiempo o algo. Precisamente por ello, me impresionó mucho cuando me dijo que se estaba preparando un producto más joven.
Gracias a la parálisis que provocó la pandemia en Venezuela, proyectos como este nuevo ron se vieron detenidos o, al menos aplazados y fue hace un par de semanas que recibí la noticia algo secreta del lanzamiento de este nuevo producto y al día siguiente vi una oferta en una licorería que frecuento. Como estaba a buen precio, decidí probarlo.
Sin embargo, mayor fue la sorpresa cuando la marca me contactó directamente para asistir al evento de lanzamiento del producto, especialmente porque eso… fue inesperado. La cata la había hecho unos días antes, pero no había escrito la reseña, por lo que sabía que no era por lo bien o mal que haya podido haber hablado del producto. No obstante, Roble Viejo es una marca que generalmente me gusta y todos los productos que he probado de ellos me han gustado.
Sobre el producto, se trata efectivamente de un producto más joven que los otros de la marca. Es un blend de rones de 6 años, que son dos años menos que el que le sigue en la escala que viene siendo el Extra Añejo. Aunque en la botella dice que es una mezcla de rones de 6 años, técnicamente no es un single vintage por no pertenecer a un solo lote.

En copa se trata de un ron con un color más claro que el resto de los productos de la marca. Esa tendencia de la marca a usar únicamente botellas transparentes es algo que aprecio bastante. Cada vez que estoy con alguna botella de otra marca que es negra, tengo que estar poniéndola a contraluz y sufriendo para ver cuánto le queda. Las lágrimas por supuesto descienden con mayor rapidez que el resto de los productos de la marca, pero están bien separadas y su descenso es continuo. El líquido lo llamaría cobrizo con destellos amarillos.
En nariz tiene las notas características de Roble, algo más secas y con sensaciones más jóvenes: madera, melaza, frutos rojos (muy) maduros, una nota floral indiscutible, sensaciones ahumadas que voy a asumir que son producto del charreado de las barricas e incluso un toque de pimienta que si bien lo hace distinto a lo tradicional de la marca, indica que hay algo nuevo e invita a probarlo.
En boca es seco, porque tiene que serlo. Es una de las características más esperadas de los rones de esta edad y quizá sea el factor más diferenciador con respecto al resto de los productos de Roble Viejo. Pero no se queda en eso, también hay una sensación de «textura» dulce, como si fuera un melado que simplemente carece de notas muy dulces. Le acompañan notas de frutas maduras, pero que esta vez no son necesariamente rojas sino más como un durazno o una ciruela, madera (pero más como de lápiz), cuero viejo y una sensación tostada, que esta vez no sé si sea algo de charreado, pero es definitivamente más neutro o al menos sin origen establecido. El retrogusto es posiblemente una de las sensaciones más interesantes porque combina las notas de pimienta con manzana verde.
Normalmente cuando veo un ron de esta edad, mi primera impresión es que se trata de un ron para coctelería. No dudo que sea uno de los propósitos de Roble Viejo con este producto y realmente creo que un Old Fashioned con él debe quedar espectacular, aunque mantengo que el que probé con Extra Añejo estaba entre los mejores que he tomado. Pero con esta versión llamada Maestro, si bien entiendo que sea la coctelería su objetivo, la verdad es que con muchísimo gusto lo tomaría solo.
No obstante, su combinación con tabaco no fue la mejor experiencia, o al menos en comparación con los otros productos de la casa. Pero en un mercado en donde las innovaciones no son muchas, o al menos no son grandes, un ron de perfil más hacia la coctelería pero con suficiente calidad para tomar solo, aunque es algo que se ha hecho, es algo que Roble Viejo no había hecho, y realmente agradezco que exista.
Ficha Técnica:
Fabricante: Rones del Caribe
Nombre del Ron: Maestro
Marca: Roble Viejo
Origen: Venezuela
Materia prima: Melaza
Edad: 6 años
Precio: $15
Densidad alcohólica: 40%
Puntuación: 81