En los últimos 3 años, Crowned Heads se ha dirigido al menos cuatro veces a Drew Estate para la construcción de sus cigarros. Tres de estos han sido de producciones limitadas, pero con este llamado La Coalición, lo han hecho de manera regular. Más en detalle, La Coalición destaca no solo la colaboración entre Drew Estate y Crowned Heads, sino también la participación de Willy Herrera como artífice de esta unión. El cigarro está cubierto por una capa Connecticut Broadleaf, que si eres seguidor de este blog sabrás que es una de mis preferidas, sobre un capote Sumatra que no especifica origen, y tripa dominicana y nicaragüense. El producto está disponible en 4 vitolas, de las cuales tengo el Siglo con dimensiones de 6×54, aunque se siente un tanto más reducido pero el que le sigue se llama Gordito y es 5,5×50 y la verdad es que el cepo no se siente tan pequeño, así que estoy en esta pequeña disyuntiva visual.

Hoy fumo en un sitio nuevo, antes de hacer una cata de rones de Guatemala y recién llegado a un local que queda a una media hora de mi casa, lo cual en Caracas es lejísimos. Las venas sobre la capa se notan bastante más horizontales de lo que estoy acostumbrado, lo cual me llama bastante la atención y me invita a encender esto más rápidamente. Tiene aromas a tierra y establo sobre la capa, así como notas muy sutiles de azúcar morena y tierra en el pie. En frío la calada presenta nueces, canela y notas florales. En altura estoy algo más alto de lo que suelo estar en mi casa, como unos 200 metros más, pero el cigarro se siente bien.

La Coalición comienza sublime, con notas casi masticables de tierra y pasas a intensidad media, pero va perdiendo la dulzura a lo largo de este primer segmento y a mediados del tercio me mantengo con sabores a tierra, mostaza y madera, mientras que el retrogusto es de tierra y chocolate quemado. La intensidad de los sabores se coloca en alta, mientras que la fortaleza es media, lo que hace que sea muy disfrutable el cigarro. La ceniza quema muy bien, pese a que estoy en constante movimiento, preparando la cata. El anillo de combustión es bastante variable, pero siendo Broadleaf, no sorprende del todo.

Ese sabor de chocolate quemado en el retrogusto se convierte en uno de los sabores determinantes del cigarro, sobre todo en esa parte quemada. La mayoría de los sabores que siento en el segundo tercio tienen una propiedad quemada que no me gusta en lo absoluto, y aunque algunos de ellos se sienten ligeramente tostados, hay un sabor de café quemado que me desagrada. Sí quiero destacar que hay veces que un cigarro puede tener sabores a algo quemado y ese sabor puede ser agradable, pero no es el caso en La Coalición, básicamente porque se manifiesta con una sensación seca en la garganta. El retrogusto es ligeramente herbáceo y muy pimientoso, lo cual colabora a secar más la garganta y a restarle gusto a la experiencia.
Precisamente por ese corre-corre de la cata, no le hice la última foto al cigarro, pero en realidad no ameritaba una. Concluyo la experiencia en este párrafo: en el último tercio el sabor de quemado sobre todos los otros se desvaneció un poco, pero todavía estuvo presente. Habían sabores de nueces y de café, pero como cuando se te quema algo en la comida, que es imposible deshacerse del olor, lo mismo pasó aquí. Estas combinaciones no hicieron que la experiencia fuese del todo agradable, así que cuando el cigarro se me apagó en una ocasión que me distraje ordenando algo, no lo volví a encender. Aunque en temas de construcción se comportó bien y el apagado fue simplemente porque lo dejé mucho rato solo, la quemada nunca fue del todo buena. La Coalición comienza muy prometedor, pero para el momento que lo terminas, no quieres saber mucho de esa unión. Esperaba más de la experiencia y no lo fue. Una lástima.
