Hace alrededor de unas cinco semanas me contactó un amigo «de los humos»; una persona con quien tengo muy buena afinidad y con quien he coincidido en distintos temas, casi todos relacionados con el tabaco. Cada vez que viene a Venezuela, aunque no coincidimos en todas las ocasiones, siempre nos comunicamos, así que su llamada no era algo inesperado. Lo que sí fue algo inesperado era el propósito de su llamada.
– «¿Diego, tú has hecho el curso de Habanos Jr.?
– «No. Lo iba a hacer hace un par de años, pero me querían cobrar mucho.»
– «¿Lo quieres hacer?»
– «Si me van a querer cobrar lo mismo, no»
– «No chico, nosotros te lo obsequiamos. Si pasas puedes hacer el Sr., sin costo»
– «¡Claro que sí!»
Así que acepté hacer el Habanos Jr. que era dictado por Javier Velasco, quien es un Master habano certificado por Habanos S.A. así como sommelier. Hasta hace unos años, este curso solamente podía ser dictado en Venezuela por una empresa llamada Grupo Verilux, que era la distribuidora autorizada en Venezuela por Habanos S.A. Sin embargo, desde este año (oficialmente) el distribuidor es Kukenan Tobacco, una empresa propiedad del amigo con el que comencé este relato, junto con Héctor Arias, a quien conozco desde hace algunos años y su hermano.
Nuestras conversaciones siempre se han concentrado en hablar de habanos, tabacos centroamericanos y destilados, y solo con eso tenemos para hablar larguísimo rato. Les he dado algunas catas privadas en casa y nos hemos obsequiado tabacos de manera muy regular, así que me sentí absolutamente agradecido y honrado que hayan decidido darme la oportunidad de hacer el curso.
Cabe destacar que el curso de Habanos Jr. es recomendado para consumidores de habanos, principalmente. El curso de Habanos Sr. es para dependientes de tiendas y profesionales más serios del sector. Dicho eso, el que sepas de tabaco en general y de tabacos centroamericanos no garantiza que sabrás de Habanos a nivel junior o senior.

Lejos de querer convertir este artículo en un relato de la materia, más quiero hacerlo como un abrebocas para los que estén medianamente interesados en hacer el curso pero no dan el paso. El Habanos Jr. efectivamente es bastante introductorio, consta de un día y nos dan a probar un par de habanos, que en el caso nuestro fueron un Romeo y Julieta No. 2 y luego un Ramon Allones Small Club Corona, uno algo más complejo que el otro, pero muy agradable mientras hablábamos a nivel introductorio del habano, su denominación de origen, las regiones de producción y otros temas.
Dado que Javier Velasco también es sommelier, la prueba de los habanos estuvo acompañada de maridajes y armonías muy interesantes y una muestra de lo que podemos lograr con un buen producto. Además, los amigos de Ron Ocumare nos permitieron degustar el Sicanos, una versión que no se vende, con reservas de hasta 18 años y de la que pronto publicaré la reseña.
Posteriormente hicimos el examen y con mucho orgullo puedo decir que lo aprobé, lo cual garantizaba mi asistencia al Habanos Sr. el día siguiente.

El Habanos Sr. es un curso para tomarse esto en serio. Hay mucha más información y más exigencia de los asistentes. Mientras que en el Jr. te puedes salvar diciendo que un Habano está bueno o está suave, en el Sr. tienes que dar el por qué, debes describir sabores, aromas y hasta discutir si son buenos o malos y hacer recomendaciones. Los habanos que nos dan para la prueba también son mucho más complejos que en el introductorio.



Además, los maridajes y armonías son distintos y realmente constituyen un reto a la predisposición. Si en el Jr. eran tabaco con chocolate o tabaco con ron, en el Sr. es tabaco con lychee y parmesano, tabaco con cebollas encurtidas, o tabaco con brandy. Incluso, hay un mayor desarrollo y aplicación a la hora de combinar un habano en sus distintos tercios con alimentos y bebidas distintos.
Esta atención al detalle también es entre menos asistentes. Al Jr. asistimos unas 40 personas y en el Sr. éramos 25. Con mucho gusto puedo decir que contaba unos 10 conocidos y unos 10 amigos entre todos y al salir de ahí, por el carácter gregario y la camaradería de todos, terminamos siendo más amigos.
A la hora de escribir este artículo aún no tengo los resultados del examen de Sr., pero confieso que me sentí mucho más nervioso luego de presentar el examen de Jr. que el de Sr. Tengo más confianza de haber aprobado el último. Si no lo aprobé, la verdad es que retuve mucha información y con orgullo puedo decir que ya sé mucho más de habanos que lo que creía que sabía.
Entre los temas más «controversiales» está el mito del que siempre se ha hablado de qué tanto aporta la capa al sabor del habano. Hay quienes dicen que es el 15%, otros dicen que el 35%, incluso hay quienes dicen que es el 70%. Javier abiertamente dice que en el caso de los habanos, la capa simplemente no aporta sabor. Aporta presentación, elegancia y es la tarjeta de presentación de un habano; pero no aporta sabores.
Por último está el tema que yo siempre lo he tenido claro, pero hay quienes tienen problemas con eso. El Habano es un estilo de tabacos, que puede ser el original, el más elegante y el más caro. Pero más allá de eso, es simplemente diferente que el tabaco centroamericano. Ninguno es mejor ni peor, son simplemente diferentes. El habano es un proceso mucho más manual, que depende más de su gente y del cariño que le ponen a la fabricación del habano.
¿Esto quiere decir que los centroamericanos no le ponen cariño y dedicación? No. Pero lo de los cubanos es diferente.
Nuevamente, mil gracias a los amigos de Kukenan por la oportunidad y si estás pensando en hacer el curso y no estás seguro, mi recomendación es que lo hagas. Es preferible hacerlo y querer aprender más después, que no hacerlo y quedar en la ignorancia. Además, puedes conocer a mucha gente como tú.

Genial q un grande como vos hayas tomado estos cursos. Definitivamente la grandeza se reafirma con el interés de continuar aprendiendo cada día.
Gracias por esa disposición a seguir nutriendo tu conocimiento sobre esta afición, como también nutrir a nosotros los AMADORES del tabaco con tu blog y tus post.
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Siempre es un placer. Aquí nadie llegó aprendido y compartir el conocimiento es lo que mayor sentido tiene.
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