Luego del éxito relativo que tuve con el Selecto Maduro de Villiger, en el sentido que se trataba de lo que ya sabía sería un cigarro barato y me sorprendió que fuese tan interesante, me dispuse a disfrutar de este Selecto Connecticut. La información que comparte la marca acerca del cigarro es básicamente nula, pues en su página web apenas si aparecen seis cigarros entre los hechos a mano y podríamos argumentar que eso quiere decir que el Selecto Connecticut no es hecho a mano (sí lo es), pero la marca divide sus líneas entre cigarros grandes, cigarros pequeños y cigarros especiales. Los pequeños son básicamente cigarrillos pero cubiertos de tabaco y los especiales no son cigarros existentes per se, sino que te hacen un cuestionario de qué tipo de cigarro estás buscando y para cuántas personas es el evento, para darte un cigarro equis. En cualquier caso, este cigarro no aparece en ninguna de las listas. Lo que sí mencionan otras páginas acerca de este cigarro es que es de capa Connecticut ecuatoriana, sobre capote y tripa nicaragüenses y es hecho en Nicaragua. Nada más.

No hay mención de quien es el fabricante pero sí se ve que está muy bien hecho. La capa es relativamente lisa, pero siendo un cigarro de $3, no es de sospechar que no sea perfectamente lisa sino que tenga las imperfecciones que tiene. Pero tiene aromas interesantes, aunque típicos a paja, avena e incluso cereal como Corn Flakes. En el pie se aprecian aromas similares pero también incluyen madera mojada y, por último, la calada en frío, en la que se siente un tiro perfecto, tiene aromas de paja y nueces. Cabe destacar que los aromas son tenues y por mucho que paso dándole caladas en frío y sintiendo los aromas, no es mucho más lo que aprecio.

El Selecto Connecticut comienza tal como esperaba, con sabores extremadamente suaves y sutiles, en los que no hay nada que apreciar en las primeras caladas y es solo después de unas 10 caladas que comienzan a aparecer notas a paja, madera mojada y cartón, con un retrogusto de nueces. Es precisamente en el retrogusto donde se aprecian mejor muchas de estas notas, pero aunque quema con relativa rapidez, ello no permite apreciar muchas más notas, ni evolución con el quemado. La ceniza no se sostiene mucho tiempo, lo cual no es tan normal en un Connecticut ni en un cigarro que apenas si está comenzando. Quema a un ritmo acelerado, pero el anillo de combustión no muestra señales de un quemado irregular. Pero tanto la fortaleza como la intensidad son bajos.

La evolución que logro apreciar para el segundo tercio es en el retrogusto principalmente, en donde aparecen notas cítricas que acompañan a las de nueces, mientras que los sabores en el paladar son prácticamente los mismos, salvo la desaparición de ese sabor a cartón, afortunadamente. Pero en términos generales el cigarro es básicamente un instrumento para echar humo y poco más. El cigarro es el propio de un bundle y las sensaciones son muy básicas, por lo que me da algo de risa que las páginas que lo venden recomiendan comprar varios y fumarlos en las mañanas, que creo es el único momento donde podría sentir algo de sabores, aunque recomiendan fumarlo con un café, especialmente ese café americano que no sabe a nada y es básicamente agua sucia. Fortaleza e intensidad son bajos, por no decir nulos.

No hay mucho que decir del último tercio que ya haya dicho del segundo, pues las expresiones y sensaciones son las mismas. La evolución es nula, al igual que la intensidad y la fortaleza. Me toma una hora y 10 minutos fumar el Selecto Connecticut y realmente al poco tiempo de quitarle la anilla lo dejé a un lado, sabiendo que no iba a ofrecer más nada.
Sin lugar a dudas, de esta línea Selecto de Villiger, es el Maduro el que vale la pena. El Connecticut pertenece a esa gama de cigarros extremadamente suaves que puedes fumar si nunca has fumado algo antes y quieres echar humo, o si no tienes ganas de fumar. Si eres de los segundos, es mejor que no fumes si tienes este cigarro, pues es casi lo mismo y te ahorras una hora de tu vida para hacer cualquier otra cosa. Quizá en una vitola más pequeña mejore la experiencia, pero está disponible en 6×60 que debe ser peor y en 7×50 que es básicamente igual a este pero una pulgada más largo. Pero también hay que tener en cuenta que este cigarro responde a un mercado al que le gustan los cigarros muy suaves y durante mucho tiempo ese fue el mercado del cigarro de capa Connecticut. Es en los últimos años que los cigarros de esta capa han comenzado a tener mayor personalidad e intensidad. Esos nuevos son los que me gustan.
