En febrero del año pasado tuve que ir a Miami por trabajo, pero como siempre hay amigos en todos lados, allá me encontré con algunos, incluso de Venezuela que estaban visitando el ‘Imperio‘ unos días. Estando allá me fui con uno a Smoke Inn en Pompano Beach y cuando entramos vimos un stand de Southern Draw… como los sigo a ambos en Instagram sabía que hubo un evento de ellos no mucho antes, pero siempre pensaba que la marca hacía su evento y se llevaba sus cosas, pero aparentemente no es así y les dejaron varios cigarros, entre ellos estos. Ahora que lo pienso, en esa tienda siempre hacen eventos y siempre quedan cigarros especiales, y fue en donde compré varias ediciones difíciles de conseguir, así que siempre consigo una razón para regresar. El Cedrus no es una edición especial, pero sí era la primera vez que lo veía ahí.

Mi experiencia con Southern Draw estaba limitada hasta ese momento a un sampler que me consiguió un amigo y gracias al que probé sus principales cuatro productos. Aunque este día compré cuatro más, incluyendo este Cedrus y también tengo dos más en el humidor, así que creo que tengo bastante. Como el resto de los Southern Draw, el Cedrus es fabricado por AJ Fernandez en Nicaragua, pero está disponible solamente en esta vitola torpedo box press 5,5×52. La capa es lisa y un poco oleosa, con venas visibles, pero no palpables. El nombre del cigarro viene de la palabra latina para cedro, que está relacionada a la madera y en la capa se aprecia solamente ese aroma, mientras que en el pie se siente mantequilla de maní con toques de pimienta y notas florales. En la calada en frío puedo sentir maní y madera, con un toque cremoso.

El Cedrus me impresiona desde el principio, pero no por bueno. Me explico: viniendo de AJ Fernandez y siendo un Southern Draw, estoy esperando una bomba de pimienta seguida de distintos sabores desde la primera calada. Pero nada de eso. Los sabores desde la primera calada son incluso hasta apagados, al menos en el paladar, permitiendo que sea en el retrogusto que los sabores se sientan en forma de algo de pimienta.

Ese inicio sutil cambia rápido, pero no es en gran manera, pues solamente se aprecia el cambio en términos de la pimienta, pasando de una intensidad casi media a media-fuerte, aunque es a mitad del primer tercio que se comienzan a sentir otros sabores como tierra, particularmente como de fondo y sin mucha intensidad o riqueza. También hay un toque dulce con la misma intensidad, aunque con matices de algodón de azúcar y otros toques más sintéticos. El anillo de combustión y el tiro del cigarro son perfectos, mientras que la ceniza es blanca y compacta, muy bien puesta sobre el cigarro.

Sin duda el segundo perfil del Cedrus es mucho más interesante que el primero, con la adición de sabores de tierra rica y pimienta, ambos en la misma intensidad y desde el principio del tercio. Sin embargo, el cigarro se siente menos suave y el humo lo siento más áspero en la garganta, que se convierte en una irritación mínima. También se siente un toque cremoso, pero más adelante dentro de este tercio. Tengo un amigo de Facebook (no nos conocemos) que siempre está recibiendo los cigarros antes que el resto de la gente, en parte porque conoce a varias personalidades importantes, pero también porque estas personas le consiguen los cigarros, aunque no es un probador per se. Hace como año y medio recibió los primeros Cedrus que salieron y me dijo que era uno de los mejores Southern Draw que había probado, así que de verdad estoy esperando que el cigarro se destaque a partir de la mitad, pues de momento no lo ha hecho.

Quizá es un tema que tiene que ver con el estilo de fumar. Tengo amigos que le dan caladas cortas a los cigarros y así los van disfrutando. Creo que no tengo paciencia para eso, porque mi estilo es más de caladas largas y más espaciadas, por lo que puedo darle una calada por minuto y como mucho dos al cigarro, pero en cada una me llevo una carga importante de humo a la boca y con ella aprecio varios matices. Sin embargo, siempre abierto a nuevas experiencias, pruebo darle caladas cortas al cigarro y ciertamente se sienten nuevos matices, muy sutiles, pero no es la misma fumada, así que sin duda hay que probar estilos diferentes. En este caso los sabores no cambian mucho, hay quizá más matices dulces y de caramelo, y quizá una complejidad más profunda, pero no mucho más.

En el último tercio el Cedrus tiene sensaciones herbáceas, con la misma pimienta, algo de madera, distintos matices de tierra y algo que me recuerda al caldo de carne, pero con excepción de la pimienta y la tierra, el resto de los sabores no tiene una gran riqueza. Pero en términos técnicos el Cedrus se comporta de maravilla, con un anillo de combustión perfecto, que solamente ha requerido un par de retoques y un tiro ideal, incluso para tener una cabeza de torpedo. Al final no se calienta ni se deforma y lo dejo luego de 85 minutos de haberlo encendido.
La verdad es que con un nombre como Cedrus esperaba más sabores relacionados con la madera, al igual que con un nombre como Laranja espero sabores relacionados con naranjas. Pero la verdad es que me quedé esperando esos sabores que hicieron al Cedrus el mejor cigarro de la marca, aunque sí puede ser más refinado, esto no necesariamente significa que es mejor. Sí se sienten más definidos los sabores y con una tendencia más fija, pero carece de otros sabores y matices que son los que me han hecho tenerle ‘cariño’ a la marca. Ciertamente, con el Cedrus Southern Draw deja a un lado esa tendencia a ser sorprendentes y se vuelven un cigarro mucho más sobrio, definido y terrenal. Aunque no voy a decir que eso es bueno ni malo, sí puedo decir que no es lo que más me gusta.

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