Dunbarton – Sin Compromiso

La marca Dunbarton es propiedad de Steve Saka, un tipo bastante competente quien, siendo gerente de una pequeña fábrica que hacía puros cigarros baratos, sencillos y saborizados, un día se levantó y dijo: vamos a hacer algo mejor. Así convirtió a Drew Estate en el gigante tabacalero que es hoy en día, con productos que año a año forman parte de las mejores listas de tabacos del mundo. Pero luego de lograr ese gran éxito, Saka decidió retirarse de todo… cosa que duró unos 5 meses pues eventualmente creó su propia marca: Dunbarton, con un éxito igual o mayor que el de Drew Estate, gracias a su jovialidad, capacidad de aprender y de burlarse de sí mismo. Steve Saka ha sido un ejemplo a seguir dentro de una industria cambiante y en constante evolución, en donde Saka crea productos cada vez mejores. Hoy le toca al Sin Compromiso, y aunque sé que llego tarde a esta fiesta, la verdad es que tengo el cigarro desde mediados del año pasado en el humidor, solo aclimatándose y para asegurarme que todo esté perfecto.

Lamentablemente no todo está bien, pues justo sacando el cigarro el humidor lo dejé caer y este cayó de cabeza, rasgando un poco la perilla. Hoy decidí, además, no utilizar mi guillotina en V de corte profundo, principalmente porque el cigarro tiene un cepo de 46, pero espero que todo salga bien. Todos los Sin Compromiso vienen envueltos en una lámina de cedro que, aunque no deja que se vea toda la capa, sí protege al cigarro, especialmente cuando eres tan torpe como yo, pues eso se aprecia. Luego de quitarla y darme cuenta que no puedo encender el cigarro con ella ya que está pegada con scotch tape, simplemente me dispongo a admirar esta capa brillante y lisa, ligeramente oleosa y muy aromática, precisamente a chocolate y tierra mojada. En el pie se aprecia suave de tierra, algo de cerezas y una dulzura como de jarabe de chocolate. En frío, la calada presenta tierra y chocolate, con algo de flan de fondo.

El Sin Compromiso enciende rápidamente, con un fuerte golpe de pimienta, principalmente en el retrogusto pero también en el paladar. Afortunadamente, como buen cigarro nicaragüense y de Saka, esta agresividad no dura mucho y al rato comienza a ser un poco más dulce, como un chocolate con leche que envuelve caramelo. El retrogusto también es menos de pimienta e incluye algo de chocolate, incluso en este punto inicial. En términos técnicos se porta bien, pero no voy a entrar en ese detalle por los momentos.

Llegando al final del primer tercio el cigarro tiene dos sabores protagonistas: chocolate y tierra mojada, muy bien balanceados por el dulce del tabaco, pero con una pequeña garra de pimienta. El anillo de combustión no es perfecto, pero tampoco es preocupante, logrando corregirse solo durante la fumada, con un tiro muy bueno, aunque ligeramente apretado, pero con estos cepos lo habitual es que esté un poco menos suelto de lo normal.

Entrando al segundo tercio el Sin Compromiso hace exactamente lo que estaba esperando que hiciera: incluye más chocolate, ahora siendo este el sabor dominante e incluso con matices de malteado. También incluye notas de madera y la pimienta regresa con una buena intensidad, lo que hace que el cigarro finalmente dé ese paso a fuerte en su intensidad, habiendo mantenido una de media-fuerte desde el inicio.

A la mitad el cigarro continúa evolucionando y el sabor a chocolate ahora se vuelve uno como de brownie, de esos caseros (al menos los que hace mi esposa) que incluyen trozos de chocolate entero adentro y cuando se cocinan ese chocolate se derrite. De repente me dan unas ganas tremendas de tomar café, sobre todo un ‘leche y leche’, como los que tomaba en Canarias, que son con leche condensada, pero ese que el cigarro se vuelve muy cremoso y es exactamente con lo que combinaría mejor. A veces extraño un lugar como ese en donde se podía fumar libremente en cualquier lugar al aire libre… pero solo por eso, aunque cuando vivía allá no fumaba. Lo mismo me pasaba cuando vivía en NYC, no me gustaba el sushi… no fue sino hasta que me mudé a Caracas, que no había sushi tan bueno que me comenzó a gustar. Pero el Sin Compromiso sigue entregando bastante humo en cada calada, con una resistencia mínima, esperada y bienvenida. El retrogusto sigue siendo predominante de pimienta.

Muy para mi sorpresa el Sin Compromiso finalmente me da ese sabor a café que esperaba, aunque es café negro y no dura mucho, justo llegando al último tercio. También incluye tierra mojada y toques de chocolate más seco. Sin duda los matices de chocolate han sido uno de los puntos a favor de este cigarro, aunque toda la experiencia ha sido bastante positiva, llena de equilibrio y complejidad. Aunque el café como sabor solo fue momentáneo, al final de este tercio el cigarro tiene principalmente sabores de mocha, sobre sabores de tierra.

Steve Saka dijo una vez que prefiere que la gente ame u odie sus cigarros, y que no sea algo que simplemente le guste a la gente o les parezcan agradables. Con respecto al Sin Compromiso me inclino más hacia el amor con el cigarro, aunque sí confieso que ningún otro de sus productos me ha inclinado hacia este amor u odio. El Sin Compromiso es un cigarro rico, complejo, equilibrado y, lamentablemente, limitado. Aunque la producción no está limitada, sí dicen que la cantidad de hojas disponibles para hacerlo no es infinita, como lo podría ser para otro producto, pero bien vale su precio con esos sabores tan especiales, densos, ricos y sabrosos, que con gusto compraría y con una gran felicidad veo que tengo uno más en el humidor.