En 2013 La Flor Dominicana lanzó un cigarro llamado Capitulo I… bueno, en realidad se llamaba Chapter One, pero me tomo la licencia de traducirlo. Ese cigarro lo pude reseñar aquí a principios de este año, y toma su nombre por ser el primer cigarro creado por Tony Gomez, quien es hijo de Litto Gomez, fundador de la marca. Ese Chapter One se vendió bastante bien, lo que hizo obvio que exista un nuevo cigarro a partir de él. Al igual que su predecesor, se trata de un cigarro 6,5×58 con la famosa perilla chisel de la marca y vendido en cajas de 10 unidades. La decisión de colocar el nombre en español es para no ser confundido con el Chapter Two de la marca Casa Miranda. En mi caso, tuve la oportunidad de encontrar este cigarro en la tienda Cameroon Cigar de Santo Domingo.
La apariencia ligeramente rojiza de la capa ciertamente hace buena combinación con ese tono que tiene la anilla. Aunque esta capa se ve bastante accidentada en las imágenes, se siente por demás lisa y ese chisel en la perilla tan característico de la marca también llama poderosamente la atención. En la capa aprecio aromas de tierra mojada, cuero y pimienta, mientras que la calada en frío presenta un dulce como de pasas, junto con madera, tierra y pimienta.
El Capitulo II comienza con sabores fuertes de tierra, pero al punto que casi que me paso el dedo por los dientes pensando que comí barro. Afortunadamente le acompañan cuero, almendras, anís y pan tostado, así que confío en que es el cigarro. En el retrogusto se siente un sabor como cuando están encendiendo los carbones en una parrilla y te llega el aroma de eso y te despierta en la memoria todo tipo de recuerdos de carne, pero que no es carne per se.
A lo largo del primer tercio también le siento pimienta al retrogusto, que se vuelve intensa durante algunos momentos, pero se calma llegando al final de este primer segmento. Por otro lado, esa sensación dulce de la calada en frío parece inexistente hasta el momento, pero la cantidad de humo que sale tanto del pie como de la perilla es impresionante, blanco y denso. La intensidad del cigarro está en media, aunque al inicio se sintió más suave y pareciera ir en aumento.
Son pocos los cambios que se sienten en el segundo tercio en cuanto a los sabores principales, que siguen siendo de tierra, cuero y almendras, salvo por la disminución considerable del anís y el pan tostado. En el retrogusto se sigue sintiendo ese sabor de parrilla que no es necesariamente carne, pero la nota de pimienta se ha reducido bastante. Hoy decidí fumar este cigarro en el Cigar Club, afortunadamente antes que llegara el grueso de la gente, para que no me curta el sabor.
La mitad del cigarro llega con un aparente nudo en la capa que hace que se levante por un lado, pero esto no parece afectar los sabores, aunque estos sí cambiaron un poco antes con la desaparición absoluta de la sensación picante y el dulce del primer tercio. El humo ya no es tan denso ni abundante, pero el tiro sigue siendo bueno y el anillo de combustión se comporta bastante bien. La intensidad también ha aumentado, pero solo como medio grado, por lo que todavía lo situaría en media, pero sigo sintiendo esa tendencia a aumentar.
En el último tercio los cambios vs. el tercio anterior son incluso menores que los cambios entre el primero y el segundo, aunque aparece un sabor a chocolate bastante agradable y las notas de carne a la parrilla comienzan a desaparecer. Pero los sabores dominantes siguen siendo una combinación de tierra, cuero y almendras, aunque a mitad de este tercio se sienten notas de paja y regresa el sabor de pan tostado, y el ligeramente más dulce que el tercio anterior, pero sigue siendo poca. Tanto la velocidad de quemado como el tiro y el anillo de combustión se mantienen igual y la intensidad es ligeramente mayor, pero sigue siendo insuficiente para colocarlo en el siguiente nivel de fuerza. Antes que se me olvide mencionarlo: la ceniza sí estuvo bastante firme durante toda la fumada y solo se cayó tres veces, pero cuando caía era sin provocación de mi parte. Me fumo el cigarro hasta el final, sin que este se caliente y una hora y 45 minutos después de darle fuego, lo dejo apagarse.
En verdad soy un fanático de La Flor Dominicana, y creo que casi todos los cigarros de ellos los he puntuado bien, gracias a una combinación entre intensidad constante y buenos sabores. Aunque el Capitulo II me pareció un cigarro agradable, la liga me pareció muy lineal y tuvo muy pocos cambios durante las casi dos horas que duró. Por lo que supongo que podría recomendar el cigarro si estás buscando un cigarro grande con sabores principalmente a tierra, aunque también podrías irte por el Alec Bradley Black Market. Pero en lo particular me quedo con el Chapter One, que me parece más pensado.