Un nombre tan redundante y largo para un cigarro no es algo raro. Para muestra muchos de los productos más destacados de Arturo Fuente llevan el nombre Fuente más de una vez. Pero el caso particular de este cigarro es que la línea Flor del Valle de Warped fue lanzada en 2014, pero este cigarro en particular, llamado Selección del Valle es una versión especial del cigarro, y fue lanzada en 2019. Aunque la liga es muy parecida, consistiendo en un puro nicaragüense con capa Corojo 99, doble capote Corojo 99 y Criollo 98 y tripa sin mayor descripción. Pero los particular del Flor del Valle es que fue el primer cigarro de la marca que no era fabricado en El Titan de Bronze en Miami, sino en la fábrica Tabacos Valle de Jalapa, que es donde se hacen los Aganorsa Leaf. Originalmente fue lanzado en dos vitolas, pero con esta adición ya suman cinco.
Sin embargo, este nombre «redundante» or repetitivo no era el nombre original de este cigarro, sino que era Ghost Orchid, pero por problemas de derechos son el nombre Ghost (posiblemente con Gurkha, que tiene ese nombre en varios productos), le fue cambiado a este. El cigarro porta ese estilo de perilla que se ha vuelto tan típico en los Warped y que vi por primera vez en el Futuro, y que se ha llamado el Corte 109. La capa tiene una buena cantidad de venas, tantas que viéndolo en detalle casi se puede trazar el camino de cada una y su conexión con la vena central. Es el segundo que tengo, habiendo sido parte del paquete mensual de Small Batch Cigars para agosto de 2019 y de Cigar Federation en septiembre siguiente. Esta capa tiene aromas a establo, paja, miel, madera y pasas. En la tripa se aprecian notas de cereales, pan blanco y pimienta, mientras que la calada en frío presenta más notas de cereales, merey (anacardo), un toque de madera y muy poca pimienta.
El Flor del Valle Selección del Valle comienza muy bien en términos de sabores, aunque un poco suave en términos de intensidad. El retrogusto es 100% pimienta desde la primera calada, pero siendo de Aganorsa, espero que haya variedad. Los sabores en el paladar también incluyen un gran componente de pimienta seguido de tierra y lo que mejor puedo describir como avena, o al menos algo con sabores de cereal. El tiro está bastante bueno y eso que los cigarros de cabeza tipo torpedo o belicoso normalmente no se me dan muy bien.
Durante el resto de este primer tercio la pimienta efectivamente se va suavizando un poco, al tiempo que el cigarro va ganando intensidad y se coloca en media-alta para la mitad del primer segmento. El sabor de tierra se coloca también en el retrogusto, aunque es un sabor que me recuerda a cuando llueve en la playa y el agua cae sobre las rocas que hacen de malecón. El humo es cremoso y el cigarro incluye un sabor dulce que me recuerda a la leche condensada, que junto con la avena hacen una combinación deliciosa. Todos los temas técnicos van bastante bien, sin ningún problema por los momentos.
El cigarro quema con una lentitud respetable y para el segundo tercio los sabores adquieren un sabor tostado muy agradable, aunque también hay un sabor como de leña que no me encanta tanto. Afortunadamente es de duración corta y el sabor de tierra lo termina opacando. Hay algunos puntos donde el cigarro tiene un sabor que me recuerda al vino, no es algo continuo ni algo que pueda determinar qué tipo de vino (nunca creo que llegue a eso), pero sí esa sensación cuando tomo un buen vino tinto con carne. La intensidad ronda entre media y media-alta, mientras que el retrogusto es casi completamente de pimienta. Cuando voy por la mitad del cigarro me asombro a mí mismo porque pienso por un momento que el cigarro realmente sabe a Aganorsa y fue después que descubrí que es hecho ahí. Quizá por un sabor de nueces que existe en el retrogusto a partir de la mitad.
Aunque no hay grandes cambios en el último tercio, o al menos al principio, esto no es algo necesariamente malo, pues el cigarro se ha comportado muy bien y los sabores, aunque escasos, son bastante ricos. En este tercio quizá se afinan mejor y se hacen más básicos, con menos matices. Los sabores de tierra se hacen más de tierra seca, mientras que la pimienta se define y separa más de ella. La sensación del humo es menos cremosa y más áspera, siendo este el único defecto que le he encontrado, pero también aparecen sabores de madera y pan que me agradan más. Al final, conté con dos horas de fumada que disfruté, demostrando una vez más que no es tanto el cigarro sino la ocasión en que lo disfrutes. Suelo fumar de día, pero esta fumada fue nocturna, después de un largo y estresante día en cuarentena, así que una grata experiencia.
El Flor del Valle Selección del Valle me llamó siempre la atención porque los paquetes mensuales al final son selecciones hechas por las páginas a las que estoy suscrito y todos son fumadores, y el hecho que haya sido incluido por ambas páginas realmente me pareció importante. Además, por el tiempo que le podía dedicar, fue perfecto que fuese un cigarro de estas dimensiones. Sin embargo fue al último tercio, o al menos después de la mitad del cigarro que este comenzó a demostrar lo mejor de sí, aunque las sensaciones ásperas en la garganta tuvieron que formar parte de esa sección positiva. Por tanto, no es un cigarro para disfrutar durante toda la fumada. Aunque tiene casi 8 meses de guarda en el humidor, estoy tentado a pensar que con mayor guarda mejore, pero es también la esperanza pues ya con más de 6 meses debería haber alcanzado su mejor momento hace un tiempo. Pero por los momentos es una fumada que llegué a disfrutar luego de invertirle una hora, y la verdad es que hay muchos otros cigarros con los que puedes disfrutar desde el principio, incluso de esta misma marca.
Humo y Tabaco 