En el amplio universo de tabacos que hace AJ Fernandez de producción regular, parece difícil encontrar nuevos después de haber probado tantos. En verdad no son taaaaantos, pues una revisión de todo lo que hace vs. todo lo que he probado me permite darme cuenta que todavía tengo mucho por fumar. Pero igual no deja de impresionarme cuando me encuentro a uno que no solo no he probado, sino que además no sé nada de él. Así es como llegué a Viva La Vida, una línea de AJF de la que había oído hace unos años y que hace poco encontré en uno de mis distribuidores de confianza. Luego de la venta de sus dos tiendas de Cigar Inn en la ciudad de Nueva York, los hermanos Gus y Billy Fakih decidieron dirigir su atención a un nuevo proyecto llamado Artesano del Tabaco y contrataron a AJF para que les hiciera el blend y los fabricara también.

Se trata de un puro nicaragüense en vitola toro 6×54 con una capa bastante oscura, gruesa y me atrevería a decir que carnosa. Las venas son mínimas pero se notan varias a lo largo y tiene algunos aromas que se sienten algo secos, e incluso los anoto como de carne seca, como esa propia carne deshidratada que los americanos llaman beef jerky y que les gusta tanto, y también una nota de pimienta que añade a ese aroma de beef jerky. Lo pico con la guillotina en V y la calada en frío tiene aromas a madera mojada, beef jerky, dulce y muy poca pimienta. Llama la atención lo diferente que se siente entre calada y capa, pero no es el primero que me fumo, pues adquirí un 5-pack y el anterior estuvo igual de misterioso. Hay secciones en donde se siente ligeramente esponjoso, pero espero que eso no sea problema una vez que le dé fuego.

Pero incluso sin apreciar mucha pimienta en la calada en frío, las primeras caladas una vez encendido son abundantes de pimienta, pero afortunadamente permite apreciar sabores adicionales, que incluyen madera y beef jerky, de los cuales este último pareciera no tener el sabor típico, sino uno muy especiado. Una breve revisión por los productos de Jack Link’s me demuestra que no hay un solo sabor de beef jerky. El retrogusto es más lento para adoptar el sabor de pimienta, siendo bastante plano al inicio y más o menos a la quinta o sexta calada es donde se aprecia mejor la pimienta y sabores más especiados, sin duda de ese beef jerky. El tiro es ligeramente apretado pero eso no evita que haya mucho humo en cada calada, lo que hace que sea una fumada agradable, aunque la ceniza tiende a «florear» y eso no queda bien en las fotos. Intensidad media-baja con fortaleza media.

En el segundo tercio el Viva La Vida presenta sabores más predecibles, con una participación más regular de la pimienta en paladar y retrogusto, una sensación más cremosa en los sabores y la inclusión de algunos más normales como madera mojada, aunque esta parece ser una nota «pegajosa» en el sentido que después que la sentí me fue imposible aislarla en la apreciación de sabores. Es como si nunca se fuese y no fue sino hasta la mitad del cigarro que pude apreciar otras, que incluyeron otros matices de madera, más como de corteza de árbol y notas florales. La quemada sigue siendo difícil y ya no es tanto porque se «aflore» la ceniza, sino que comienza a quemar torcido e incluso amenaza a veces con apagarse. La intensidad es media y la fortaleza igual.

La quemada no mejora en el último tercio, aunque afortunadamente tampoco empeora. Digo afortunadamente porque era la tendencia y el cambio de quemada regular a mala en el segundo tercio fue bastante radical. Pero en sabores, esa nota floral del tercio anterior se hace muy presente en este y mejora la fumada considerablemente, haciéndome olvidar por un rato el tema de la quemada, mientras acompaña a la madera, pimienta y la sensación ahumada del beef jerky sin hacerse tan intensamente de esos sabores típicos de esa carne. La intensidad aumenta un poco sin dar el paso al siguiente punto y la fortaleza se mantiene en media. Luego de una hora y 40 minutos de batalla, Viva La Vida deja de celebrar eso mismo y llega al final.
Viva La Vida tiene los sabores que a los fumadores tienden a gustarle más, aunque estos no sean una gran cantidad, pero matices entre ellos hay bastantes y aunque el sabor de beef jerky puede no apelar a muchos, no es simplemente un sabor a carne. Hay carne seca y muchas especias, y este cigarro ciertamente tiene aromas y sabores de muchas especias que le atribuí al sabor del beef jerky. Sin embargo, no tiene sabores de chocolate y café, que suelen ser más típicos en tabacos, pero no le hace falta. Estos sabores no parecen lograr una conclusión ideal en la fumada y es quizá ese su mayor problema, pero el principal que le pude encontrar fue un tema de construcción, que el previo que fumé de él no lo presentó, así que sería más un tema de consistencia que construcción per se. Pero sin duda no será el último que fume.
