Poco sabía yo que este cigarro no lo había probado. En realidad estaba confundido con el Brick House tradicional, que visualmente es casi igual, con la excepción que este tiene una segunda anilla en el pie que lo identifica como Connecticut. Efectivamente, es Connecticut Shade en su capa y Connecticut Broadleaf en el capote, con tripa nicaragüense y fabricado en Nicaragua. La marca Brick House fue fundada en Estados Unidos en 1937, siendo en ese entonces un puro cubano, producido por el fundador de la marca actual: Julius Caeser Newman, para honrar a la casa en donde pasó su niñez, en Hungría. La casa era de ladrillos y por ello Brick House. En 2009, sus nietos Bobby y Eric Newman relanzaron la marca dentro del abanico de productos de JC Newman y hoy en día incluye este Double Connecticut, el Brick House tradicional y el Maduro.

En Venezuela, es importado oficialmente por Tabarena Cigar Store y disponible en al menos 6 vitolas distintas, de las cuales esta es el short torpedo 5,5 x 52. La capa tiene varios detalles y venas, que hace un tiempo no me hubiesen agradado del todo pero la experiencia me ha enseñado que las venas en las hojas son sinónimo de mayor sabor, mientras que hay varios cigarros con este tipo de capa que son considerablemente lisos y esos tienden a tener mucho menos sabor. Efectivamente, sobre la capa se aprecian aromas de madera, paja, vainilla y notas ligeramente florales. Luego de cortarlo con la doble hojilla, la calada en frío me repite los aromas de madera y notas florales, pero también incluye crema. Solo queda darle fuego, para ver qué tal se comporta encendido.

Los aromas en frío caracterizan efectivamente la fumada y el primer tercio está dominado por sabores de madera y crema, pero con un añadido picante ligero que le da mayor variedad a la intensidad de los sabores y lleva la fortaleza a media-baja y no solo baja, como esperaba. A lo largo del tercio los sabores tienen pocas variaciones más allá de distintas intensidades que se van cambiando de lugar en el protagonismo, siendo en la frontera con el siguiente segmento que aparecen notas cítricas. El anillo de combustión no es el mejor, pero esto sucedió porque la primera ceniza cayó bastante rápido y sin provocación, lo que llevó al cigarro a no quemar del todo recto, pero afortunadamente no ha requerido retoques ni correcciones.

El sabor de madera se coloca en el protagonismo permanente en el segundo tercio, pero los sabores de crema, cítrico y pimienta se mantienen muy presentes en el segundo lugar y al superar el ecuador del cigarro ese cítrico se hizo ligeramente más dulce. La quemada mejora considerablemente y por un momento pienso si es que la anilla inferior tuvo algo que ver en el estado de la capa o si fue simplemente mala suerte inicial, lo cual no es de extrañar en un producto hecho a mano. La intensidad de los sabores se hace media, gracias a esa abundancia del sabor de madera, mientras que la fortaleza es media-baja. El Double Connecticut no parece soportar mucha ceniza encima, por lo que no hubo oportunidad de hacer una foto llamativa.

Para el último tercio los sabores de madera son los principales y los pongo en plural porque además del sabor más genérico de madera hay una nota muy particular de cedro que se suma a esta. El cigarro pierde la propiedad cremosa en los sabores, pero la pimienta y el cítrico siguen presentes, este último demostrando propiedades de cítrico dulce así como de cítrico ácido. Siguiendo esta misma tendencia, el Double Connecticut llega a su fin, una hora y 15 minutos después de encenderlo, que pienso que fue algo más corto de lo que esperaba. No obstante, el tocón que quedaba no se deformó ni se calentó de más. Si cabe destacar que al perder la propiedad cremosa, el cigarro se sintió ligeramente más seco y esto lo comprobé por la sequedad en la garganta, aunque en realidad fue cosa de unos diez minutos y coincidió con los últimos toques del cigarro.
El Brick House Double Connecticut no es el primer cigarro con capa Connecticut y capote Broadleaf que he probado, siendo el EP Carrillo New Wave Reserva Connecticut y el Henry Clay War Hawk dos que recuerdo inmediatamente. La diferencia del Brick House es que capa y capote provienen del mismo país y que el cigarro es considerablemente más suave que los otros ejemplos, así como tiene un golpe de nicotina mucho menor. Muchas veces trato de no tener en cuenta el precio cuando evalúo un cigarro, especialmente cuando su competencia directa está en precios relativamente similares, a menos que estemos hablando de cigarros cuyo precio supera los $20, pero considerando que el precio de venta al detal de este cigarro apenas es de $7, es un cigarro que vale muchísimo la pena, seas un fumador novato que no quiere algo suave para apreciar mejor los sabores o uno más experimentado y con un gusto por los de capa Connecticut.
