Hace un poco más de 3 años probé un cigarro que conseguí de pura casualidad llamado La Alianza Rosado. Investigando un poco sobre el cigarro descubrí que son hechos por la Tabacalera La Alianza, en República Dominicana y que es propiedad de Ernesto Perez Carrillo, quien es mejor conocido por su marca E.P. Carrillo. Por otro lado, conversando una vez en una entrevista de Instagram con Emmanuel Díaz, quien en ese momento era parte de EPC y hoy trabaja en un proyecto más propio junto con su padre, Eladio Díaz. Durante la entrevista le pregunté por la marca La Alianza y su respuesta fue algo neutra, mencionando que es una marca que a veces saca productos pero que su existencia siempre va a ser segunda ante las exigencias de EP Carrillo. En su momento no entendí bien qué quiso decir con eso, pero lo aclaré hace unos meses cuando vi una oferta por EPC Seconds (segundos) bajo la marca La Alianza. En efecto, conseguí la versión Maduro, Connecticut y Habano de La Alianza, que son EPC Seconds aunque no especifica cuál era el cigarro original. Adquirí varios y este es el tercero que pruebo con esta capa. En las próximas semanas estaré reseñando otros de la misma marca.

También me impresiona que el perfil de Instagram de la Tabacalera La Alianza no parece reconocer estos productos, pero sí deja claro que ellos hacen otros, como los más conocidos claro. La verdad es que cuando los adquirí solamente había una vitola disponible, por lo que no sé si hay más. Pero este es un 4 1/2 x 48 que he probado antes y he encontrado que es complejo, picante y de larga duración, aunque no especifique cual es el contenido de la liga. Pero en su capa muy oscura e irregular tiene aromas a cuero viejo, pasas, pimienta y madera, mientras que el pie destaca poco, al menos cuando lo comparo con la capa, e incluye madera y cuero. Finalmente lo pico con la doble hojilla y el tiro generoso permite apreciar notas de madera vieja y no mucho más.

Este La Alianza Maduro no parece un cigarro dominicano barato, que es exactamente lo que es. Desde la primera calada la fumada es fuerte, picante y muy intensa, con sabores envolventes a regaliz negro y chocolate como principales. A mediados del primer tercio los sabores de pimienta se reducen considerablemente y la fumada es intensa pero no tan picante, con notas adicionales de cuero y cereales, siendo estas dos apreciadas principalmente en el retrogusto. Varias veces me pregunto qué es lo que tienen estos cigarros de segundos, pues no son problemáticos y salvo un torcido en la quemada (que se corrige solo), fuman muy bien… incluso mejor que muchos de su marca estrella que no son segundos. Incluso con un cepo de 48, la ceniza se sostiene bien.

Para el segundo tercio los sabores de regaliz se suavizan un poco y son superados por el de chocolate, aunque no es tanto que este se haga más intenso, sino que es esa reducción de la sensación de anís de la regaliz, casi que al punto de la pimienta. No obstante, cuando supero la mitad del cigarro y en el caso de un cigarro tan corto como este, no es más que unos pocos centímetros después, que la regaliz recupera su intensidad previa y con esta variación de ese sabor es que caracterizo la mayoría de la fumada. Además de eso, sigue quemando bien y a buen ritmo, con un anillo de combustión que tiende a ser recto y humo abundante en cada calada.

El final del cigarro es básicamente lo mismo que sentí a partir de la mitad, con una mayor intensidad en los sabores de regaliz, pero ese aumento también sucede porque el sabor de chocolate desapareció del todo y lo que queda es regaliz y pimienta hasta el final del cigarro, lo que se traduce más bien a regaliz picante y no a la especia. Pero quema bien, tiene una fortaleza media, intensidad media-alta y para un cigarro tan corto, que me haya durado una hora justa me parece muy bien.
Pero es específicamente las características «negativas» del cigarro que hay que tomar en cuenta para evaluarlo, porque se trata de un cigarro corto, de fortaleza media y es un segundo. En realidad si no supiera que es un segundo y solamente lo viera como un producto de La Alianza, no pensaría por un segundo que no es un producto central de la marca. Se trata de una fumada muy decente, con sabores sencillos, habituales y sin sorpresas, pero suficiente para mantener la fumada interesante y agradable, incluso si es para acompañarla con un buen destilado.
