Creado para celebrar los 10 años de la marca en el mundo del tabaco, el Decade incluye los mejores tabacos (según RP) de Honduras, Nicaragua y Ecuador. En su momento este cigarro marcó un 95 en CA y llegó a mí como parte de un sampler de Rocky Patel de Atlantic Cigars, hace unos 8 meses. En la página web de Rocky Patel hacen gran alarde de lo secreta que es la liga de este cigarro, pero habiendo probado otros de la marca (5 en total, sin contar este), no puedo decir que sea muy diferente al resto, lo cual para mi experiencia hace de él un cigarro bastante bueno, pero aquí a la reseña.
Para ser un cigarro tan ‘celebratorio’, la verdad es que el Decade está bastante rústico, con venas muy obvias y muchas de ellas. El color es consistente y uniforme y se ve como un buen cigarro sin ningún punto irregular. Los aromas en frío en realidad son escasos, destacado el rico y profundo de tabaco y también la tierra, pero con toques más suaves de cuero y madera, haciéndolo sentir como un cigarro muy típico y clásico.
Por cosas de la vida e idioteces mías, no he cargado el encendedor de butano, por lo que me veo en la obligación de encender este puro con fósforos de madera, pero eso también tiene sus temas positivos, aunque me haya tomado 4 fósforos encenderlo completamente… eran pequeños. El cigarro enciende rápidamente y sin mayor problema y con una gran cantidad de humo denso y casi inmóvil. La sensación en el paladar desde la primera calada es muy sedosa, como si el humo se tratara de una materia palpable, con un final que perdura muchísimo en la boca y hasta hace que me babee un poco. Los sabores se distinguen muy claramente, incluyen cuero y tonos de madera, mientras que la quemada del cigarro es bastante rápida.
La intensidad no es demasiado fuerte en este cigarro, pero la riqueza de los sabores sí es destacada sin llegar a ser muchos sabores. El sabor de pimienta aparece a la mitad del primer tercio, pero no se siente tan intenso como sería en un nicaragüense tradicional. Hacia el fondo se puede apreciar también un sabor de café tipo americano, muy leve y muy suave, que solo se aprecia más en el retrogusto.
El tiro es espectacular y el humo es denso… las fotos con humo salen borrosas, por lo que no las dejo, pero afortunadamente las dimensiones del humo se dejan notar en el sabor y no es solo la riqueza de algunos sabores que aparecieron al principio, sino que también se aprecian nuevos matices de los mismos sabores en el segundo tercio, incluyendo un aspecto dulce que ayudó a darle mayor riqueza a lo que ya se sentía. En este segundo tercio también se siente mayor intensidad de los sabores de madera.
La velocidad de fumada continúa siendo el mayor problema del cigarro, habiendo superado la mitad en tan solo 25 minutos, aunque la línea de quemado se mantiene muy bien y ella misma se corrige en alguna que otra desvariación. La intensidad del cigarro nunca ha variado de media, aunque a partir de la mitad sí se siente como si se intensificara, peor no tanto como para destacarlo como un hito en el cigarro. La densidad de los pocos sabores es lo más impactante del cigarro y es también un tema que en lo particular me gusta bastante.
En el último tercio los sabores cambian poco, aunque se siente un sabor adicional de nueces pero no le doy tanta importancia porque los tragos de agua no lo enriquecen ni lo acentúan, por lo que pienso que puede no tratarse de nueces sino una simple variación del sabor del tabaco y el dulce. En términos generales el cigarro es bastante decente y lo disfruté bastante, pero no es algo que saldría corriendo a comprar después de apagarlo. Aunque los sabores son agradables y ricos, el cigarro está falto de complejidad, lo que hace que no sea tan memorable como otros. Es un buen cigarro y lo disfrutaré si lo vuelvo a fumar, pero no mucho más, y a un precio de $10, puedes conseguir mucho mejores.
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