Illusione – 88

Illusione es una marca con la que siempre me he llevado bien. Desde el Ultra, que siempre ha sido uno de mis cigarros de celebración, hasta el Gigantes G, que en medio de su apariencia barata, es muy cumplidor. Los Illusione regularmente se encuentran en las listas de Top de varias revistas, por lo que la adquisición de este 88 en Smoke Inn, en diciembre de 2018 no fue una que dudé mucho. También me gusta mucho el diseño minimalista de sus anillas, que siempre veo con detenimiento y es el estilo de anilla que usaría si hiciera un tabaco.

Otro tema interesante que siempre tienen los Illusione para mí es su peso. Son cigarros físicamente pesados, no porque caigan pesados, sino porque cuando los aguantas en la mano se sienten como un cigarro sólido y bien empacado, sin ser rígidos. Este puro nicaragüense tiene una capa habano en la que se aprecian aromas de tabaco rústico y notas herbáceas, mientras que en la calada en frío se aprecia como una sensación oleosa sabor a canela y más sensación de tabaco rico.

Desde la primera calada el 88 se siente como un cigarro fuerte e intenso, aunque puede que la intensidad no sea de las mayores, pero recién encendido abruma un poco la cantidad y riqueza del humo. Hay sabores a pimienta principalmente, con una sensación de picor que llega hasta el fondo de la garganta e incluso hace a los ojos llorar un poco. No hay mucho más que apreciar, al menos no en este primer momento, pero sí destaca que es un cigarro para fumar sin ningún apuro.

Durante el primer tercio destacan sabores esperados a nueces, pero también sabores inesperados como a yerbabuena, que se funden con la pimienta tanto en el paladar como en el retrogusto, aunque a distintas intensidades, siendo en el retrogusto un 80% pimienta y en el paladar un 50% más o menos. El anillo de combustión varía un poco en este primer tercio, manteniendo su rectitud pero siendo más diagonal que plano.

Si hay una diferencia notable entre los cigarros nicaragüenses y los dominicanos es que los nicas tienden a mantener el mismo sabor desde el principio, añadiendo más o menos intensidad y uno que otro sabor, pero el principal se mantiene de principio a fin. Mientras que los dominicanos son más propensos a comenzar con un sabor y terminar con otro. Dicho eso y manteniendo que este se trata de un puro de Nicaragua, en el segundo tercio se desmarca de la tendencia y comienza a mostrar sabores de tierra mojada y de ese ahumado que se siente en los whiskies de malta que son hechos a la orilla del mar.

Incluso, esos sabores ahumados se funden en este tercio con la pimienta y aumentan hasta los niveles de ella, haciendo que se sienta un poco rudo en el fondo de la garganta. Los sabores a nueces del principio no están en este tercio, y tampoco la yerbabuena, y por eso mi sorpresa que este sea un puro nicaragüense, pero sin duda es una de las maneras en que Illusione me cautiva constantemente. Otro tema relevante aquí es que el 88 se destaca sin duda como un cigarro de intensidad fuerte, por lo que los sabores mantienen ese nivel y la pimienta casi nunca descansa.

El último tercio mantiene la tendencia fuerte, pero deja de sorprender porque básicamente es igual al anterior, salvo esa rudeza en la garganta, que ya no se siente. Pero no deja de ser un cigarro para disfrutar bastante, que carece de la complejidad de otros Illusione, pero no dejaría de ser un cigarro que pueda volver a comprar, pues satisface bastante. Incluso, su intensidad es alta y me dejó satisfecho. Por temas de tiempo, cuando lo estaba fumando (lo cual me tomó 75 minutos) decidí encender otro después… y a la mitad de ese otro (un Rocky Patel The Edge Habano), no me sentía con ganas de seguir fumando.

El Illusione 88 es un buen cigarro, de los fuertes sin duda. En términos de sabor no es tan variado ni matizado ni rico como otros de la marca, pero en su rango de precios está muy bueno. Tanto la construcción como su intensidad, tiro y quemada lo hacen un ganador. Me gustaría darle de puntuación su nombre, pero esa falta de riqueza en los sabores se lo resta un poco.