Esta pintoresca marca de tabacos llegó a Venezuela extraoficialmente de la mano de Rumbullion Club, aunque no es un trato directo con Don Humberto Cigars, sino a través de un tercero. En esencia, Rumbullion Club es el comercializador de la marca y quien los trae no se anuncia. Debido a que sus productos son prácticamente desconocidos aquí, me pidieron que hiciera reseñas y es así como he probado los tres productos que la marca vende en Venezuela. Dicho eso, tanto El Efe como el Habano son productos regulares de la marca, aunque El Efe se ha convertido en un producto de edición limitada porque ya no lo hacen. Pero esta versión barber pole es un producto prácticamente exclusivo para Venezuela, pues no lo habían hecho antes, o al menos no a nivel comercial.

Esta versión barber pole combina una capa Connecticut ecuatoriana con Corojo dominicana para dar una apariencia increíblemente rústica, con variedad de dobleces en las hojas, partes medio arrugadas y una imagen que poco llama la atención a la hora de comprarlo, la anilla es la misma del Biyuyo Habano, pero la composición del cigarro es completamente distinta más allá de la capa, incluyendo capote Olor dominicano y tripa Criollo 98 y Nicaragua. La capa presenta distintos aromas, precisamente por esa doble composición, pero incluye madera, paja y tierra seca. En la tripa se sienten aromas de pimienta, musgo y más tierra seca, mientras que la calada en frío luego de un corte con la doble hojilla presenta madera, cuero y una sensación cremosa junto con un tiro bastante abierto y suelto.

El Barber Pole enciende rápidamente, aunque me toma un par de intentos asegurar que su quemada sea uniforme y con una capa barber pole es todo un reto mantener esa quemada porque hay hojas que queman a distintos ritmos, pero el cigarro empieza con un golpe significativo de pimienta, bastante diferente a los cigarros dominicanos tradicionales, pero que es bien llamativo. Al cabo de las primeras caladas se siente un matiz de madera que se acerca al aserrín y le acompañan cuero y crema, esta principalmente gracias al humo abundante y denso que desprende en cada calada. El retrogusto es de sabores cítricos como cáscara de alguna fruta que no alcanzo a determinar pero definitivamente es cítrica y le acompañan notas de madera que no son las mismas del paladar y se sienten más como leña y carbones a la brasa. Hacia la mitad de este tercio el sabor de aserrín desaparece pero me encuentro con dos sabores propios de madera, que fácilmente pueden ser cedro y roble.

El anillo de combustión es bastante variable y en el segundo tercio requiere un par de retoques (quizá más de dos) para mantener una rectitud, pero le acompañan notas más suaves de pimienta que se traducen en una sensación picante en la boca únicamente, sin el toque especiado. También se sienten los dos tipos de madera que mencioné anteriormente, cuero, maní tostado y cítricos, mientras que el retrogusto es de pura leña. Me llama la atención que pensaba que el cigarro sería una versión más suave que el capa Habano, pero ha demostrado ser un cigarro bastante diferente, con sabores que van hacia la madera en distintos matices y es acompañado por algunas notas adicionales mucho más suaves.

El anillo de combustión mejora en el último tercio, más o menos para cuando le quité la anilla, que es más o menos cuando comienza a sostener más tiempo la ceniza también. Los sabores son de cedro únicamente, habiendo despachado al roble más o menos a la mitad del cigarro, pero siguen presentes notas de cuero, una sensación tostada y no mucho más, al menos no permanente. En el retrogusto se sienten notas bastante suaves de café y nueces, pero estas existen solamente al principio del tercio y hacia la mitad del final se siente únicamente el de nueces. La intensidad es entre baja y media, aunque al final del cigarro se coloca en media y de ahí no se mueve, y al cabo de una hora y 15 minutos, el cigarro llega a su fin.
Dejé este barber pole para el final porque pensé que sería una versión más suave que el capa Habano y no mucho más, pero me llamó la atención que se trata de un cigarro completamente distinto, aunque lleva la misma anilla. Supongo que como es una versión exclusiva para Venezuela no hubo una gran inversión más allá de la liga, pero es agradable saber que tenemos un cigarro exclusivo y que este no es hecho aquí. Igualmente, esperaba que esta versión me iba a gustar menos y la verdad es que es un cigarro mucho más cremoso que los demás y esos distintos matices de madera realmente hacen la experiencia mucho más interesante, que estoy seguro con un buen ron sería extraordinaria.
