Powstanie – Habano

Producidos en la fábrica NicaSueño, la misma de la mayoría (o todos?) los productos RomaCraft, el Powstanie fue creado originalmente con capas habano y broadleaf; sin poder decidirse por cuáles optar, decidieron enviar ambos cigarros como pruebas a clientes selectos, quienes votaron por su preferido. Al final el habano ganó, pero solo por un porcentaje mínimo, así que decidieron lanzar ambos productos, exclusivamente a través de la página Cigar Hustler, puesto que su dueño (Mike Szczepankewicz) tenía participación en ellos. El símbolo de Powstanie es un homenaje a la Kotwica, que fue el emblema de las fuerzas de la resistencia polaca durante la Segunda Guerra Mundial.

Más o menos desde que empecé a tomarme en serio esto de fumar tabacos comencé a seguir a Cigar Hustler en Instagram y me llamó mucho la atención marcas como esta y Chogüí; esta última he tenido varias oportunidades de probarla, pero este es el primer Powstanie que pruebo, así que las expectativas están bastante altas. No es para menos, pues los aromas en frío ya comienzan a cautivarme con distintos matices de madera, pimienta y chocolate, siendo exactamente lo mismo que aprecio en el pie. No llego a sentir muy diferente en la calada en frío, así que me dispongo a darle fuego.

El Powstanie comienza interesante, principalmente porque, tratándose de un nicaragüense, estaba muy abierto a ese golpe de pimienta inicial, pero la verdad es que no hay nada de eso. En efecto, los sabores son muy cremosos y sedosos al inicio, con distintos matices a especias que no son pimienta sino más bien como clavo, nuez moscada y anís, en un humo denso que arropa la lengua y el paladar en cada calada, aunque son más obvios en el retrogusto. Pero otra cosa que me llama la atención de él es que al igual que sentía los mismos aromas en la capa que en el pie, puedo sentir los mismos sabores en la calada como en el retrogusto.

La línea de quemado es un poco más variable de lo que quisiera, y estoy seguro que si dejara el cigarro descansar más tiempo podría llegar a corregirse, pero son demasiadas las ganas de fumarlo. Todavía el primer tercio pero a punto de superarlo el sabor a cuero toma una posición casi líder en el cigarro, combinando bastante bien con las especias y el aspecto cremoso que me ha acompañado hasta el momento y que no da señales de querer irse. El cigarro definitivamente es de intensidad fuerte, pero no se apoya en la nicotina para lograrlo, sino más bien con sabores densos y ricos.

La línea de quemado pareciera querer corregirse y ya hacia la mitad del cigarro la pimienta comienza a tomar una mayor dominancia de los sabores, pero sigue siendo el sabor de cuero tanto en el paladar el que lleva la vanguardia de sabores y el retrogusto está dominado por esos sabores variados de especias. Estas especias llevan consigo más sabor que aspecto picante, así que la fumada se vuelve más llamativa cuando buscas sabor tras sabor en cada calada.

Una vez supero la mitad del cigarro, los sabores de madera comienzan a tomar forma y se siente un matiz dulce en esa pimienta que ayuda a realzar el resto de los sabores que he sentido hasta el momento, sobre todo porque en ningún momento me llega a opacar los sabores anteriores y ninguno desaparece del todo, sino que se van matizando. También se va enalteciendo un poco el sabor de pimienta, que hasta el momento no me había atacado tanto como si fuese de un cigarro nicaragüense normal.

En el último tercio y hacia el final el Powstanie sigue siendo un cigarro con el cuero como sabor inicial, aunque sí se llegan a sentir otros sabores que no le llegan al mismo nivel, pero sí que contribuyen a que se aprecien más matices en el plano secundario. El Powstanie es un cigarro que me sorprendió porque sus sabores son distintos a los normales provenientes de Nicaragua, pero muchas veces sucede que queriendo hacer algo diferente las marcas terminan por crear un bodrio, pero en este caso han hecho algo con los mejores elementos del tabaco nicaragüense, que quizá no es para todos los públicos por su sutileza de sabores iniciales y sus sabores que no se adaptan del todo a lo esperado por el fanático del tabaco nicaragüense. Pero definitivamente ha valido la pena esperar, y ahora solo quisiera que hubiesen llegado más. Sin duda vale la pena un 5-pack de estos.