Revisando un poco entre los whiskies que he probado, particularmente los escoceses, me di cuenta que la verdad no es un gusto que tenga muy desarrollado. Es decir, puedo reseñar alguno, probarlo a modo de cata, pero con excepción del Glenmorangie 10, en verdad son pocos los que me han gustado tanto como para comprarme una botella y/o tenerla y pensar en comprar una segunda. Al menos eso ha sido hasta que probé el Caol Ila 12, del cual fue una prueba en casa de un amigo y no he llegado a hacerle cata o reseña.
Sin embargo, sí me pareció que el estilo marítimo del single malt era lo que me gustaba, pero no para tomar como suelen hacerlo en mi familia que es con mucho hielo y soda o agua. El Caol Ila me gustó mucho solo y quizá con un poco de agua para abrir un poco el sabor.
Pero también me pasó que Zohar Riezman de ZR Cigars me recomendó ampliamente el Lagavulin 16 como un acompañante ideal de un cigarro; y aunque siempre he sido fanático del ron para fumar, luego de este Lagavulin me entusiasmé y compré un par de ejemplares más de whisky marítimo que iré reseñando.
Lagavulin ha sido mi introducción al mundo del whisky procedente de Islay, la isla del encanto del whisky ahumando escocés. Los whiskies de esta isla se caracterizan por tener un sabor y aroma extremadamente ahumado, y no son whiskies para novatos o para quienes no sepan qué van a probar. Ya habiendo probado el Caol Ila, sabía lo que me esperaba, así que no fue sorpresa destaparlo. Sin embargo, y según los expertos, el Lagavulin es un whisky de sabor más aceptable (para los paladares inexperimentados) que un Caol Ila o un Laphroaig, pero no dejan de ser gustos adquiridos.
La expresión más famosa de Lagavulin es la de 16 años, aunque también hacen una de 10 años (que es más cara) y una de 8 años. Pero pese a su rareza y su sabor tan «difícil» para algunos paladares, la verdad es que es un whisky que se consigue con relativa facilidad gracias a que es distribuida por Diageo. Lagavulin 16 es añejado en barricas ex-bourbon y ex-jerez.
Sin entrar en demasiados detalles sobre su origen, vamos directamente a la cata.

En copa el Lagavulin 16 muestra un color dorado ocre con destellos casi naranja, muy brillante y muy llamativo. Casi parece un té fuerte o un atardecer playero.
En nariz lo primero que destaca y sorprende es esa nota de yodo, marítima, como de sal y mar. Más allá de esa nota, el origen y el hecho que sean tan fuertes se da porque el fuego que alimenta las calderas con las que se calientan los alambiques a la hora de hacer el destilado proviene de turbas, que es una mezcla de hierbas y contenido orgánico que se encuentra en esta zona de Islay, y el humo proveniente de ese fuego también forma parte de la mezcla. Por eso los aromas son fuertes, penetrantes y abundantes, a madera intensa, turba vegetal, humo, agua de mar, mantequilla, algas, miel, pasas, durazno y una nota cremosa también.
Aprendiendo un poco sobre el producto, descubrí que al añadirle unas gotas de agua se aprecian más aromas, y es efectivamente lo que hago. Posteriormente esta adición saca a relucir el jerez originario de las barricas en donde es añejado, pero también hay frutos secos, chocolate, miel y un cierto desvanecimiento de esas notas tan intensas de humo, agua de mar y algas.
En boca se siente una textura casi picosa en la lengua, con sabores que son sorprendentemente dulces al inicio, como de miel, pero también hay notas de jerez y de agua de mar. Le siguen notas más detalladas de algas, ahumado de turba y madera. Los sabores con unas gotas de agua son incluso más dulces, pero también más ricos y más maderosos, e incluso mucho más ahumados.
En el retrogusto y el final de la fumada se sienten notas durante largo rato, que son muy agradables y largas. Estas incluyen madera, chocolate, carne ahumada (como tocineta?) y eventualmente notas más malteadas, con pasas y canela.
Aunque sea una nota bastante agresiva y destacada, es un whisky rico y delicioso y no tan fuerte como el Ardbeg, pero a 43% de alcohol, hay un cierto límite y es la razón por la que los single malt marítimos tienden a tener un mayor contenido alcohólico. Pero este es un Islay clásico que no destaca un solo sabor, sino la riqueza de la combinación de tantos sabores, siendo complejo y equilibrado.
Ficha Técnica:
Empresa madre: Diageo
Fabricante: Lagavulin Distillery
Nombre del Whiskey: 16
Marca: Lagavulin
Origen: Escocia
Edad: 16 años
Precio: $71
Densidad alcohólica: 43%
Puntuación: 94
Animado por esta review le he dado una segunda oportunidad a este whisky. La primera vez no lo soporté y no pude avanzar mucho con la botella, se la terminó mi suegro (que prácticamente no toma nada) a los largo de dos/tres meses sorbo a sorbo porque le encantaba.
Lo dicho, le he dado una segunda oportunidad porque encontré una gran oferta y es cierto que ahora he aprendido a apreciar mucho mas los whiskys ahumados. Esta vez me pareció un whisky excelente, al nivel de los que a mi gusto personal son ‘los mejores’ como Ardbeg 10 y Port Charlotte.
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Mi esperanza era que no te gustara y me lo regalaras, pero al mismo tiempo me alegra que te haya gustado!
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