En verdad no estoy del todo claro si mencioné esto antes, pero todos los Davidoff que he probado han llegado por medio de paquetes mensuales de Small Batch Cigars. Por una mezcla de consecuencias del Covid y la inmensa (a veces repetitiva) variedad de Davidoff que llegan constantemente, este año decidí detener ese paquete mensual y concentrarme en uno que incluya mayor variedad de marcas. Lo malo de esto es que no solo dejaré de recibir Davidoff (porque no es una marca que compre a menudo), sino que también veré mucho menos de los cigarros más caros. Quizá eso sea positivo y pueda concentrarme en fumadas más accesibles para todos. Creo que me queda un par de Davidoff por reseñar, pero por lo pronto, este cigarro supuestamente es de 2011, por lo que tiene 9 años dando vueltas. Además, antes de ser torcido el tabaco es añejado durante cinco años.

El hecho también es que 2011 representó el décimo año en que Davidoff ha creado estas ediciones limitadas, ue comenzó con la colección Millenium lanzada en 1999. Obviamente hay más de 10 años en ese período, pero en 2001 y en 2010 no se crearon ediciones limitadas. La capa del cigarro es increíble y muy lisa, con apenas algunas venas destacadas sobre ella, pero realmente no se ve muy diferente a cualquier otro Davidoff. Los aromas en la capa incluyen notas de madera y frutos secos, mientras que en la tripa se sienten los mismos con una nota suave de pimienta. La calada en frío presenta aromas muy similares pero incluye una nota de fruta «exótica», o al menos exótica para el tabaco, pero cuando eres venezolano el tamarindo no es exótico, pero ese es el aroma.

El primer tercio del cigarro comienza haciéndome pensar que el cigarro pasó 9 años paseando por un desierto o, al menos, fuera del humidor, pues es algo seco, sobre todo en la garganta. La intensidad es suave-media y la textura del humo muy densa, con sabores suaves a madera, algo de tierra y no mucho más. Pero a lo largo del primer tercio se vuelve más amable, menos seco y con notas cítricas, también paja y tierra, e incluso una ligera nota de pimienta.

Con una quemada relativamente rápida me ubico en el segundo tercio luego de media hora fumando, con una desaparición de las notas de pimienta del primer tercio pero una sensación menos seca en el cigarro, aunque tampoco se siente como un Davidoff de los buenos, sino como un cigarro áspero en la garganta. La pimienta regresa una vez supero la mitad del cigarro, sobre todo en la nariz. Sigue incluyendo notas de madera y cítricas, pero ya no se sienten los sabores de paja y tierra.

Para el último tercio la pimienta toma una nota más dominante, particularmente en el retrogusto, al tiempo que las notas cítricas también se sienten más intensas en el paladar. El anillo de combustión, quemada y tiro han sido muy al estilo prácticamente perfecto de Davidoff, pero en este tercio la densidad del humo es irregular. Al final, se traduce en una hora y 40 minutos de una fumada regular, tendencia hacia plana y no tan interesante como esperaría de Davidoff y de un cigarro de $20, pero que funciona bien como acompañante de un postre o un buen ron.
Pero para ser una edición limitada de una marca famosa por hacer cigarros excepcionales año a año, el Davidoff Limited Edition White Edition 2011 deja mucho que desear. Tiene algunos sabores agradables, pero no suficientes para cautivar y es casi como si el cigarro estuviese hecho para tomarse fotos y no para fumar, o al menos no para alguien que busque sabor en el cigarro. Sin embargo, bien podría estar apuntado a una clientela totalmente diferente a mí, pues es un cigarro de lujo, pero hay muchos otros cigarros de lujo en el mercado que justifican mejor su precio. Hay cigarros de Davidoff que me han gustado mucho y ha sido gracias a estos paquetes mensuales que los he encontrado, incluso algunos no he reseñado por su rareza, pero luego de haber probado 14 distintos (según mi lista), no creo que sea una marca que voy a extrañar.
