Room 101 – The Big Payback

Otro puro fabricado por Davidoff y apoyado en la tendencia de los puros de cepo mayor. Por un lado creo que necesitaba probar otro Room 101, puesto que solamente había probado el Daruma y no me pareció gran cosa. Aunque por lo general los Room 101 tienden a ser un poco más caros, y este no lo es ($6,50), así que ya está ganando puntos conmigo, aunque según Matt Booth, creador de la marca, se llaman The Big Payback porque es su manera de ‘pagarle’ a todos los que han hecho su marca tan grande/famosa. Entre la descripción del puro menciona que es mucho más barato de lo que debería ser… discurso que me parece un poco majadero, pues sé de varios cigarros que están por el mismo orden de precio y dejan al fumador crear esa opinión de que debería costar. Habiendo dicho esto, el hecho que solamente venga en cajas de 50 puros quiere decir que ya obligas a la gente a pagar más de $300 por una caja, y eso ya me lleva a pensar que estarán comprando menos que eso.

Aprovechando el toque de honestidad con el que ando, el puro se ve barato. No sé si son los colores o las imágenes, pero bien parece ese puro barato que vino comp parte de un sampler y del primero que quieres salir. Es bastante liviano, irregular y las venas son grandes. En aromas en frío tampoco emociona mucho, al presentar dulce, cítrico, cacao y un poco de tierra, pero no mucho más. Lo pico con el punch, usándolo por primera vez en varios meses y con todo el cuidado del mundo de no quebrar la capa, que ya prácticamente soy experto en romperlas.

Mientras lo encendía comenzaba a llover, por eso es que algunas fotos se verán con el puro ligeramente mojado. Luego me coloqué bajo techo, así que el ambiente fotográfico cambiará. Tiene un tiro muy decente para un puro de cepo grande, con mucho humo y sabores de paja, elementos de cacao y un toque cítrico que me permite apreciar otros sabores en el retrogusto, incluyendo madera y cuero. La línea de quemado es un poco propensa a querer ser diagonal, esto desde el principio, pero espero no pasar la fumada dando retoques. Al cabo de los primeros centímetros aparece un golpe de crema y pimienta que me deja la lengua picando.

A partir del límite entre primero y segundo tercio es que el cigarro comienza a definirse, algo de esperar en estos puros de cepo mayor, y quizá la razón por la que me gustan más los robustos, coronas e incluso toros, porque demuestran su perfil rápidamente. Los sabores están en este orden: pimienta, crema, cacao, cítrico, café, madera, tierra y cuero, y el cigarro se está tornando bastante agradable, pero también tiene que ver el clima de lluvia y muy poco viento, lo que hace que el humo se mantenga cerca y se sienta más denso.

A la ceniza le gusta mantenerse agarrada y como estoy en una terraza, pues mantengo el puro alejado de mí lo más posible. Supero el primer tercio y estoy de lleno en el segundo, con unos buenos 30 minutos a cuestas. El cigarro es delicioso y mantiene una intensidad media, pero se sigue sintiendo barato, como si no le hubieran torcido suficiente tabaco, lo que hace que se fume más rápido de lo que esperaría de un 6×60. Tiene un final que perdura un buen rato y aproximándome a la mitad del puro aparece un sabor nuevo: caramelo.

La mitad del puro llegó y siguió de largo, pues ciertamente está fumando con relativa rapidez. Estos son los sabores mientras me aproximo al último tercio: crema, cítrico, caramelo, cacao, madera, café, pimienta y cuero. Las pimienta desapareció y el resto de los sabores parecen haberse dejado subordinar a la crema y el cítrico, pues estos dos llevan la delantera con bastante ventaja. Para ser un cigarro que «paga» a sus fumadores, creo que mi vuelto estuvo un poco corto, pero eso es lo que uno pensaría con el resto de los Room 101, que siempre buscan apelar a un público más premium, mientras que este en particular no es para ese público, así que se puede argumentar que no puede estar a la altura de los demás. Por lo mismo, tampoco es un puro para una gran fumada, sino algo para comprar en 5-pack y ya.

En total la fumada me tomó unos 80 minutos, pero esperaba pasar al menos 100-110, pero se consume con relativa rapidez. Afortunadamente hacia el final el puro mantiene su equilibrio de sabores y no asoma la nicotina, así que también mantiene su intensidad media. Si bien se trata de un puro ‘barato’ de una marca premium, la verdad es que The Big Payback mantiene todas las propiedades de un puro barato, pero no por eso quiere decir que sea extraordinario, sino que es bastante olvidable. Impresiona un par de veces en la fumada y tiene sabores agradables, pero prefiero pagar los mismos $6 y sorprenderme con un puro del que no espere mucho para empezar.