Llamado por una sección de Dublin detrás de la nueva destilería de la marca, Blackpitts es un whiskey irlandés que reta muchas de las tradiciones y predisposiciones que tenemos hacia el whiskey irlandés. Comenzando que es triple destilado, algo muy común en los whiskeys irlandeses y que este por supuesto que lleva con orgullo. Pero las similitudes aparentemente llegan hasta ahí y este whiskey es ahumado, a diferencia de muchos de los que vienen de este país.
Precisamente porque es irlandés y es triple destilado, cada paso de la destilación reduce esa apreciación de ahumado y por ello el líquido comienza su proceso de destilación con un nivel bastante alto de ahumado, al punto que supera a los más fuertes como Kilchoman. Al final de la última destilación, el whiskey marca 15ppm, que es muy por debajo de un Talisker, pero que sigue teniendo su carga aromática marcada.
Pero aunque es un whiskey ahumado, la marca no quiere que el carácter y la personalidad de este whiskey sea el de un ahumado. Por ello dos terceras partes del lote son añejados en barricas exbourbon y luego el tercio restante en barricas exvino dulce Sauterne. No marca edad de ninguno de estos añejamientos, pero el mínimo permitido en Irlanda es de 3 años, así que su buena añejada tiene. No es filtrado en frío y finalmente es embotellado a 46% de alcohol.

Me llama la atención que el líquido es amarillo hacia los colores de un whisky joven, pero siendo de Irlanda, incluyendo una E en su nombre y habiendo pasado tres veces por la destilación, no es de extrañarse.
En nariz es increíblemente distinto a la mayoría de los whiskeys que he probado, especialmente Jameson, Tullamore DEW o Bushmills, y lo comparo con estos tres porque, aunque su precio es considerablemente superior y es un single malt, sigue siendo irlandés y no tan caro como sus homónimos escoceses. Sus aromas me recuerdan al té en taza, no necesariamente las hojas sino cuando ya lo haces una bebida, almendras y sésamo en cuanto a los aromas que identifico como especias, pero tiene una nota frutal fuerte que incluye coco, piña, manzana verde y limón. También tiene su nota ahumada innegable, pero sumamente sutil, especialmente en comparación con los ahumados que me gustan tanto y que son mucho más fuertes. Quizá lo más sorprendente en este sentido es que el whiskey destaca que es ahumado (peated), pero es ese aroma ahumado el menos intenso en nariz, aunque el primero que aprecié.
En boca es el ahumado y también es lo primero que aprecié, pero al igual que sucede en nariz, no es lo más fuerte. Sus aromas ahumados se sienten más como carbón frío que como humo activo. Pero es sumamente frutal y en boca no tienes esos aromas o sabores «especiados» que te puedan confundir, sino que es piña, manzana horneada y cáscara de limón lo que se siente más. También hay caramelo, tanto de azúcar tostada como de golosina. En el retrogusto destaca nuevamente la nota ahumada, aunque esta es más como de ceniza, al igual que piña tostada/caramelizada, madera y una cierta nota mentolada.
Es sumamente interesante probar como el carácter sutil y ligero del whiskey irlandés se funde con las notas fuertes y, hasta cierto punto agresivas de un whiskey ahumado. Es definitivamente uno de los menos ahumados que he probado, pero sin duda muy presente. Nótese que no cuento algo como un blend de Johnnie Walker o algo en ese estilo, pero definitivamente es uno de los que más me ha gustado, quizá por esa gran cantidad de sabores frutales y porque el ahumado no es agresivo. Mira que esa agresión e intensidad en los sabores ahumados me gusta, pero también aprecio la suavidad de otros. Su precio puede no ser el más amistoso, pero vale la pena probar esta diferencia.
Ficha Técnica:
Fabricante: Teeling Distillery
Nombre del Whiskey: Blackpitts Peated Single Malt
Marca: Teeling
Origen: Irlanda
Edad: NAS
Precio: $70
Densidad alcohólica: 46%
Puntuación: 88